Durante 25 años, Carl Allamby construyó un nombre sólido en el mundo de la mecánica. Con su propio taller, un servicio de remolque y una empresa de autos usados, alcanzó el éxito en un campo que, inicialmente, eligió por necesidad; sin embargo, un sueño antiguo seguía llamándolo: convertirse en médico.
“Desde pequeño, siempre quise estudiar medicina. Crecí en un vecindario donde el acceso a la educación médica era limitado, y el dinero para seguir esos sueños era escaso”, contó en una entrevista a la revista People.
Después de terminar sus estudios universitarios en negocios, una clase de Ciencias encendió su interés en la medicina.
“Uno de mis profesores me animó a seguir este camino”, recordó. Aunque su vida ya estaba bien establecida en la mecánica, el deseo de hacer una diferencia en el campo médico nunca lo abandonó.
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“Me gusta ser el tipo que está ahí para ayudarlos a recoger los pedazos, para ayudarlos a reconstruir sus vidas”, expresó.
El mecánico tomó una decisión que cambiaría su vida
En 2015, tras ahorrar lo suficiente y con el apoyo incondicional de su familia, Allamby tomó la decisión de inscribirse en la escuela de medicina. “Fue una decisión arriesgada, pero sentí que era lo que debía hacer”, afirmó.
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La transición no fue sencilla, pero con un método de estudio que se adaptó a su estilo, pronto se dio cuenta de que había tomado el camino correcto.
Hoy, a sus 53 años, ya es médico
Graduado en 2019, Allamby encontró en la medicina de urgencias el entorno perfecto para aplicar sus habilidades en diagnóstico y resolución de problemas, adquiridas durante sus años como mecánico.
“Cada aspecto de mi anterior carrera, desde la reparación de vehículos hasta el uso de tecnología avanzada, me preparó para enfrentar los desafíos de la medicina”, explica.
“Tomar las cosas un día a la vez y mantener una mentalidad positiva me ayuda a equilibrar mi vida laboral y personal”, aseguró. A pesar de su ocupada rutina, no descuida lo que es importante para él, como disfrutar de clases de baile con su esposa.
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“Gestiona tu presente mientras trabajas por un futuro diferente. Con esperanza, sueños, buena planificación y un buen círculo de apoyo, casi todo es posible”, concluyó el médico.