Un hombre identificado como Tomás, de 65 años, confesó haber asesinado a su pareja, Francisca Copana, de 61. La víctima trabajaba como vendedora de verduras en Bolivia
y tenía una hija de 13.
Según las pruebas recaudadas y el testimonio de la menor de edad, el sujeto, que laboraba como albañil, llegó a la casa de su víctima el pasado domingo 17 de diciembre. Allí, le ofreció un refresco a la niña y esta afirmó que al poco tiempo se quedó dormida y solo despertó al día siguiente, cuando no encontró a su mamá, pero sí rastros de lo que parecía sangre en la vivienda.
De acuerdo con el coronel Jhonny Vega, director departamental del FELCV, el hombre intentó limpiar el inmueble y luego “agarra el cuerpo de la señora y lo pone sobre ese carrito y la traslada cuatro cuadras, sobre la misma calle de su domicilio”.
En las imágenes, reveladas por el medio Unitel,
se ve cuando el sujeto levanta la carretilla sobre el andén para tirar el cadáver de su pareja, que fue encontrado el lunes por los mismos vecinos de Francisca, que se dieron cuenta de que se trataba de ella por el perrito de la mujer que se quedó junto al cuerpo.
El asesino fue capturado en su lugar de trabajo y poco después terminó confesando el crimen. Según el informe forense, la pareja del delincuente falleció por asfixia mecánica por estrangulamiento.
La familia de Francisca denuncia que el hombre no solo mató a la mujer, sino que hurtó todo el dinero que ella tenía producto de su trabajo, dejando totalmente desamparada a la niña de 13 años.
A pesar de haber confesado el crimen, el asesino podría pagar 30 años de cárcel por el delito de feminicidio de su pareja.
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