Más de 100.000 personas fallecidas por COVID-19 y un récord de infecciones diarias. Alemania, donde "cada día cuenta", según la canciller Angela Merkel, atraviesa su ola más fuerte desde el inicio de la pandemia, el principal desafío del nuevo gobierno que asumirá pronto el poder.
En las últimas 24 horas, el país registró 351 decesos, llevando el global desde la entrada del coronavirus a 110.119 fallecidos, según los datos del Instituto Robert Koch del gobierno federal.
"Es un día triste", dijo la canciller saliente, Angela Merkel, este jueves, 25 de noviembre de 2021.
La institución notificó además 75.961 infecciones, un récord diario para la primera economía de la zona euro. La incidencia también alcanza otro récord con 419,7 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días. Pero, en la región de Sajonia, superó los 1.000 casos por 100.000 habitantes.
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La pandemia emerge como el principal desafío para la nueva coalición gubernamental que debe tomar las riendas en diciembre, tras el acuerdo anunciado entre socialdemócratas, verdes y liberales.
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"Cada día cuenta", advirtió Merkel este jueves, mientras pedía más firmeza para luchar contra la pandemia. Así lo hizo saber a su sucesor, Olaf Scholz.
"Podemos gestionar juntos este periodo de transición y buscar todas las medidas necesarias", explicó la canciller, refiriéndose a Scholz.
El brote se extiende por todo el continente europeo, actualmente la región del mundo más castigada por la pandemia con más de 2,5 millones de casos y casi 30.000 fallecidos en una semana.
Y la situación empeora, especialmente en los países con tasas de vacunación más bajas como es el caso de Alemania o su vecina Austria, donde el gobierno reintrodujo el confinamiento de la población.
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"Sobrecarga aguda" en hospitales
En el caso alemán, el porcentaje de población completamente vacunada se sitúa alrededor del 69%, por debajo de otros grandes países europeos como España, Francia o Italia.
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"La situación es grave", admitió el miércoles Scholz, el líder socialdemócrata que debe convertirse en el futuro canciller de Alemania relevando a la conservadora Angela Merkel.
Los hospitales en ciertas regiones ya enfrentan "una sobrecarga aguda" que hace necesario el traslado de pacientes, advirtió el lunes Gernot Marx, presidente de la federación alemana de médicos de cuidados intensivos.
Por ahora, la futura coalición de gobierno descarta la idea de un confinamiento nacional y apuesta por la generalización de un certificado sanitario en los transportes y restricciones de acceso para los no vacunados a ciertos lugares.
"En lugar de luchar contra el coronavirus de forma firme, el futuro gobierno presenta decisiones tibias y pide que los contactos se reduzcan. ¿Así queremos vencer a la pandemia?", se preguntó el diario Süddeutesche Zeitung este jueves.
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La líder ecologista Annalena Baerbock, que se convertirá en la titular de Relaciones Exteriores del nuevo gobierno, dijo que el Ejecutivo "se dará diez días para ver si ha llegado lo suficientemente lejos con las medidas de protección".
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El nuevo gobierno se comprometió a desbloquear 1.000 millones de euros (1.120 millones de dólares) para el personal sanitario.
El gobierno saliente de Angela Merkel, en coalición con los socialdemócratas, prolongó el miércoles hasta abril de 2022 las ayudas acordadas a las empresas afectadas por los cierres y las caídas de ingresos por la pandemia.
La sección de la Organización Mundial de la Salud en Europa advirtió que el COVID-19 podía provocar 700.000 muertes suplementarias en el continente hasta la primavera boreal.
La institución atribuye esta nueva ola europea a la combinación de la presencia de la variante delta, la lentitud en la vacunación y la flexibilización de las restricciones.
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En la Unión Europea, un 67,7% de la población ha recibido al menos dos dosis de la vacuna, aunque las diferencias son notorias. Según cifras del martes, solo 24,2% de los búlgaros están inmunizados, contra 86,7% de los portugueses.
Varios países ya han endurecido sus restricciones, aunque ello ha provocado recientemente protestas en países como Austria, Bélgica o Países Bajos, a veces violentas.