El público rompe en aplausos cuando la estrella del fútbol Zinédine Zidane aparece en las pantallas del río Sena, en el inicio de una inédita ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de 2024 que hace vibrar al público a pesar de la lluvia. Ese fue el inicio de un espectáculo con referencias no solo al deporte, lo que reúne a todos en este evento, sino también a la paz mundial y arte francés.
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A ritmo de himnos de la canción francesa, de música electrónica con sonidos "French Touch" e incluso del cancán, decenas de miles de personas disfrutan de un espectáculo histórico, la primera inauguración olímpica fuera de un estadio.
Fueron más de 320.000 los espectadores que asisten al monumental desfile conformado por 85 barcos, que transportan a los deportistas de todos los países participantes a lo largo de seis kilómetros del Sena, y al evento que también toma otros monumentos como la Torre Eiffel.
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Los primeros barcos de las delegaciones son acogidos con aplausos, especialmente el de la delegación de refugiados, pero el público de París expresa algunos abucheos al paso de la delegación argentina, constató la AFP.
En el Puente del Carrusel, donde unas 3.500 contemplan el espectáculo tras haber pagado varios miles de euros por plaza, el barco de la imponente delegación de Brasil es aclamado, pese a la persistente lluvia que empieza a caer.
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"¡Qué emoción! Estamos en París. Es la primera vez que veo esto. Es emocionante ver a toda esta gente federarse con el deporte", asegura Michèle Dufour, una voluntaria de la organización de 62 años que aplaude a cada equipo.
Todos los elementos para la fiesta están. Banderas de todos los países en los asientos, que el público agita sin dudar, gastronetas y puestos de bebidas para reponer fuerzas durante las más de tres horas de ceremonia.
Lady Gaga, protagonista musical al inicio de los Juegos Olímpicos 2024
La artista internacional Lady Gaga fue la primera en ofrecer un show musical en la apertura de estos juegos. Apareció con un traje de plumas negras y abrió el baile de estrellas de la música interpretando a los pies de una escalera del Sena la canción "Mon truc en plumes".
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"Me conmueve mucho haber recibido la propuesta del Comité Olímpico de cantar una canción francesa tan singular, una canción en honor a los franceses y su increíble historia artística", afirmó la cantante y actriz en su cuenta X.
También actuó Aya Nakamura, la cantante francófona más escuchada del planeta y cuya presencia en el acto fue vivamente criticado por la ultraderecha francesa.
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La apertura también tuvo referencias a la gran historia de Francia, con 'apariciones' especiales de Maria Antonieta y el musical de 'Los Miserables'. Incluso el heavy metal se tomó la ceremonia de la mano de la banda francesa Gojira.
Uno de los momentos más emotivos fue cuando la cantante Juliette Armanet interpretó la canción de John Lennon "Imagine", convertida en un himno a la paz.
Para no perderse detalle de una ceremonia en la que se esperaba también la reaparición de Céline Dion, se instalaron pantallas gigantes para contemplar las mismas imágenes que cientos de millones de telespectadores en el mundo.
Zinédine Zidane tomó relevancia nuevamente al final de la velada. El misterioso personaje enmascarado le cedió la llama olímpica y él, a su vez, se la pasó al deportista Rafael Nadal. El tenista se embarcó entonces por el río Sena acompañado de otras grandes figuras del deporte como Serena Williams, Carl Lewis y Nadia Comăneci, quienes llevaron el emblemático objeto hacia el final del trayecto.
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Pasando por el Museo de Louvre, el Arco del Triunfo, lugares en los que más deportistas de todo el mundo empezaron a trasladar la llama olímpica, emblema de los Juegos Olímpicos a través de los años.
Finalmente, el fuego que enciende los corazones de miles de deportistas a nivel mundial se trasladó hacia el caldero olímpico que se elevó en un globo aerostático.
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Céline Dion apareció fabulosa en la torre Eiffel, lució espectacular con un vestido plateado. La artista francocanadiense conmovió al mundo con su voz, especialmente por su historia de vida, marcada en los últimos años por el síndrome de persona rígida y evocando su presentación en los juegos Olímpicos de 1996.
La preparación previa a los Juegos Olímpicos 2024
Horas antes de la apertura de puertas, los espectadores se armaban de paciencia en los puntos de acceso. "Hemos tenido suerte. Hemos llegado los primeros", asegura Sébastien Nivault, un francés de 53 años que empezó a hacer cola seis horas y media antes.
Sentado en el suelo, ocupa el tiempo jugando a las cartas con sus dos hijos pequeños y su esposa, y hablando con el resto del público. Y, pese al riesgo de lluvia, solo tomó un "pequeño paraguas".
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"En París, siempre tenemos este cielo gris. Por lo que es normal que los Juegos empiecen así", agrega el hombre, ante el acceso situado ante el Museo del Louvre y no muy lejos de la Ópera de París.
Al otro lado de la barrera, custodiada por una decena de gendarmes, los voluntarios de los Juegos Olímpicos, con su inconfundible gorra rosa, recibían las últimas instrucciones para orientar a los espectadores.
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"Tenemos ganas, más que ganas, estamos decididos a darlo todo. Queremos corregir la imagen dada durante la final de la Liga de Campeones (de 2022) con una buena organización", dice Hatim Berradi, voluntario de 30 años.
La ciudad de la luz, preparada para los Juegos Olímpicos
Francia organizó un gran despliegue de fuerzas de seguridad. Más de 45.000 policías y gendarmes velaron por la seguridad de la ceremonia, a los que se suman 10.000 militares y 1.000 agentes de la policía.
Casi 1.900 policías extranjeros también prestan apoyo en París a sus colegas franceses.
"Estuvimos en Rio durante los Juegos Olímpicos de 2016 y los dispositivos eran similares", asegura Leticia, una turista brasileña de 35 años, que espera, junto a su compatriota Camila, acceder a su asiento y "comer bien y beber buen vino".
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"Temíamos por la seguridad, pero todo está muy seguro", asegura Melanie Ruiz, una estadounidense de 34 años, junto a su compatriota George Weber. Pasado el trance, ahora lo tienen claro: "¡Que empiece la fiesta!".