Ante la Asamblea Nacional de Venezuela, el presidente Nicolás Maduro dijo que el país “ha tenido un crecimiento en el año 2022 por encima del 15% del producto interno bruto, el mayor crecimiento económico de América Latina y el Caribe, con el impacto de diversificación de la economía que no habíamos tenido en años”.
Mientras que el Banco Central ubicó el crecimiento de 2022 en 17%, la Universidad Católica lo situó en 7%.
Asimismo, en cifras de Maduro, los ingresos en divisas del sector privado para las importaciones se incrementaron en 106%. El mandatario también sostuvo que el desempleo cayó de 8,1 a 7,8%.
Adicional a eso, el presidente de Venezuela prometió que estabilizará el sistema cambiario y aumentará a 30% el financiamiento en divisas para todos los sectores económicos, algo que para el economista Ángel Alvarado quiere decir que “se está dando es un avance en la dolarización ante el fracaso de la posibilidad de tener un bolívar estable”.
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Pese a las cifras optimistas sobre el país ofrecidas por Maduro, otra cosa se ve en las calles, con gente durmiendo en la acera, comercios vacíos, alimentos dolarizados siendo los más costosos de la región y empleados públicos que obtienen un ingreso mínimo mensual de 6 dólares.
El ciudadano de a pie también tiene su opinión frente a lo expresado por el gobierno de Nicolás Maduro.
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“Es una payasada. Este país es un desastre, el único que tiene real aquí son ellos, el resto del pueblo está pasando hambre”, afirmó Damelis León.
Por su parte, Maduro pidió nuevamente a los Estados Unidos que elimine las sanciones a Venezuela y que le permita usar los recursos bloqueados en el exterior.
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