Una niña de 12 años fue obligada por su madre a pasar la mitad de su vida postrada en una silla de ruedas. La mujer mintió reiteradamente a los médicos y les hizo reforzar la idea de que la menor padecía “epilepsia y autismo incontrolados”.
La justicia de Londres lleva una investigación contra la mamá al considerar que la hija sufrió un “daño significativo”, pues también le recetaron medicamentos que no necesitaba, algo que impactó en su desarrollo escolar.
La jueza del caso dio el beneficio de la duda sobre las preocupaciones que pudo haber tenido la madre, pero rechazó que su actitud se hubiera desarrollado un poco más allá de lo razonable.
Acerca del extraño comportamiento manifestó: "no puedo decir en este punto qué fue lo que llevó a la madre a retratar a su hija con tantos problemas, ya sea un sistema de creencias distorsionado provocado por la ansiedad, un anhelo de ayuda de una forma u otra, una manifestación de angustia más generalizada o algo completamente diferente", según medios locales .
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La menor quedó bajo custodia de otros familiares mientras se conoce el resultado de las investigaciones.
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