Vanessa Cárdenas González, de 33 años y quien vivía en California, Estados Unidos , se contagió de COVID-19 en las últimas semanas de su embarazo, en noviembre, y desde el día del parto no pudo estar cerca de su bebé.
Aunque ambas fueron dadas de alta y la mujer le pidió a su esposo Alfonso González que dejara a la niña con ella en su cuarto, él le respondió: "Eso no puede suceder. Lo siento, pero sabes que necesita ser separada ahora mismo. Necesitamos tomar precauciones".
“Estaba destrozada”, reconoció el hombre, que mantenía el contacto entre madre e hija a través de videollamadas.
Pero la salud de la mujer se deterioró por el coronavirus y tuvo que ser llevada a urgencias, donde sufrió un infarto y estuvo internada más de un mes antes de fallecer.
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“Lo más difícil para mí es que Vanessa no pudo cargar a su bebé”, dijo Alfonso, que ahora vela por los tres hijos que tuvo con ella: Rubén, de 11 años; Joshua, de 7, y la pequeña Heaven.
El acongojado padre reveló que piensa guardar las cosas de su esposa para que la bebé sepa quién era su mamá a medida que vaya creciendo.
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"Le diré que fue mi costilla, que fue mi otra mitad", le contó a Fox.