Los grandes simios son un grupo de primates que incluye a los gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes. Estos animales se caracterizan por su gran tamaño, la ausencia de cola y una mayor relación cerebro-cuerpo en comparación con otros primates. Los grandes simios son conocidos por su inteligencia, capacidad de usar herramientas, y comportamientos sociales complejos.
Además, tienen una estructura anatómica más similar a la de los humanos, lo que los hace especialmente interesantes para el estudio de la evolución y el comportamiento humano. Estos primates se encuentran principalmente en África y Asia. Los gorilas y chimpancés habitan en diversas regiones de África, mientras que los orangutanes se encuentran en las islas de Borneo y Sumatra.
En un nuevo estudio publicado en la revista PLOS Biology, un grupo de científicos ha identificado una capacidad cognitiva en los grandes simios que podría ser la clave para el desarrollo de un lenguaje complejo, similar al humano. Investigaciones sugieren que podría haber razones profundas detrás de la falta de motivación o los recursos necesarios para una comunicación más sofisticada por parte de estos primates.
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Los grandes simios tienen buena capacidad cognitiva
Los grandes simios, como los gorilas, chimpancés y orangutanes, han demostrado poseer una habilidad cognitiva hasta ahora considerada exclusiva de los seres humanos: la capacidad de distinguir entre el "agente" y el "paciente" en los eventos que observan. Este proceso, conocido como descomposición de eventos, permite a los seres humanos identificar quién realiza una acción y quién la recibe, algo esencial para la formación de la estructura sintáctica de cualquier lenguaje.
El estudio realizado por Vanessa Wilson y su equipo de investigadores mostró que los simios, al igual que los humanos, se concentran en estos dos elementos al observar escenas de interacción, lo que sugiere que tienen la capacidad de percibir los eventos de una manera similar a como lo haríamos nosotros al estructurar frases o historias.
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La descomposición de eventos es fundamental para comprender cómo construimos el lenguaje. Este mecanismo permite analizar las interacciones entre los seres que participan en una acción, una base esencial para la sintaxis humana. Sin embargo, aunque los simios pueden identificar estos roles, el salto hacia un lenguaje complejo parece no haberse dado en su evolución.
Los simios podrían estar desmotivados
Los investigadores sugieren que la falta de motivación podría ser un factor crucial en la ausencia de un lenguaje estructurado en los simios. A diferencia de los seres humanos, quienes tienen una necesidad constante de comunicación compleja debido a su evolución social y cooperativa, los grandes simios no parecen tener la misma presión social que los humanos para desarrollar un sistema de comunicación tan complejo.
Es posible que, aunque posean las capacidades cognitivas necesarias, no tengan la motivación evolutiva o los recursos sociales para impulsar un lenguaje como el humano. Una posible explicación para esta diferencia radica en la evolución de las capacidades cognitivas humanas. A lo largo de nuestra evolución, el aumento en el tamaño del cerebro y la necesidad de una mayor cooperación social podrían haber sido factores clave para el desarrollo de un lenguaje complejo.
Los humanos también tienen cerebros considerablemente más grandes que los simios, lo que podría haber facilitado la creación de estructuras cognitivas más complejas necesarias para la formación de un lenguaje. Es posible que las presiones sociales y cognitivas en los primeros humanos hayan impulsado una "retroalimentación" entre la necesidad de mayor comunicación y el tamaño cerebral.
Tienen formas de comunicación complejas
El estudio también menciona que los simios y otros animales tienen formas de comunicación complejas, pero que estas no llegan a los niveles de complejidad de los lenguajes humanos. Los simios, por ejemplo, se comunican entre sí mediante vocalizaciones y gestos, y aunque estas interacciones pueden ser sorprendentemente similares a las humanas, carecen de la estructura gramatical que caracteriza al lenguaje. Los investigadores proponen que, aunque los simios tienen la capacidad cognitiva de descomponer eventos, no sienten la necesidad de hacerlo en su vida social, lo que limita el desarrollo de una comunicación más sofisticada.
En cuanto a por qué los primeros humanos comenzaron a comunicar conceptos más complejos, los científicos sugieren que la necesidad de cooperar y trabajar juntos de manera más compleja podría haber sido el motor que llevó a la evolución de un lenguaje. Mientras que los animales se comunican sobre cosas específicas como comida o peligro, los humanos fueron más allá, comunicándose sobre interacciones entre diversos elementos y construyendo historias complejas a través del lenguaje.
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El lenguaje humano es avanzado
Además de estas preguntas sobre los simios, el estudio plantea una cuestión más profunda sobre el propio lenguaje humano. ¿Qué es lo que realmente diferencia nuestra forma de comunicarnos de la de otros animales? Uno de los aspectos que distingue al lenguaje humano es la composicionalidad, la capacidad de combinar palabras con significados individuales para crear nuevas combinaciones que generan nuevos significados. Este fenómeno se ha encontrado en algunos animales, pero de manera mucho más simple y limitada, como la combinación de dos llamadas o gestos.
Otro aspecto único del lenguaje humano es la recursión, la habilidad para formar estructuras jerárquicas complejas dentro de las oraciones. Esta capacidad permite crear oraciones y expresiones infinitas a partir de un número limitado de elementos. En el caso de los simios, aunque existen formas sencillas de recursión en su comunicación, no llegan a los niveles de complejidad que permiten la creación de lenguajes completamente estructurados.