Un señalado líder de una de las bandas criminales que operan en Ecuador
fue encontrado muerto este miércoles en la cárcel donde estaba recluido, según confirmó el Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, la unidad estatal encargada del control de las cárceles ecuatorianas.
El cadáver hallado corresponde a Freddy Anchundía, más conocido por el alias de 'Anchundía, que estaba señalado por las autoridades como líder de la banda criminal denominada "R7" y acusado de causar algunas de las masacres carcelarias acontecidas en Ecuador el año pasado.
'Anchundía' estaba en la Cárcel Regional de Guayaquil y, de acuerdo a fuentes policiales citadas por el diario Expreso, fue encontrado aparentemente ahorcado en su celda con una sábana, por lo que está pendiente que la investigación determine si se trató de un asesinato o de un suicidio.
En agosto, "Anchundía" había sido recluido en la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, vecina de la Cárcel Regional de Guayaquil, junto con otro peligroso recluso identificado como José Adolfo Villamar "Fito" y señalado como líder de la banda criminal "Los Choneros".
Sin embargo, pocas semanas después fueron retirados de La Roca y llevados a la Cárcel Regional, llamada oficialmente como Centro de Privación de Libertad Número 4, donde ya estaba anteriormente 'Fito', cuya banda tiene control interno de ese centro penitenciario.
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Producto de enfrentamientos entre diversas bandas criminales rivales, las cárceles de Ecuador han sido escenario de una serie de masacres que han dejado más de 400 presos asesinados desde 2020.
Esta violencia del crimen organizado se ha expandido a las calles del país que, a diario, conoce noticias de numerosos asesinatos, asaltos, robos, extorsiones y otro tipo de delitos por parte de bandas de delincuentes que se disputan también el control de los territorios en diferentes ciudades del país.
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Ecuador cerró el año 2022 con la mayor tasa de homicidios de su historia, al registrar 25,62 por cada 100.000 habitantes, pero varios expertos en seguridad no descartan que ese indicador pueda llegar a 40 por cada 100.000 habitantes al finalizar este año, lo que le situaría como uno de los países más violentos de Latinoamérica.