Los insurgentes irrumpieron este domingo en la televisión oficial siria y anunciaron que han "liberado" la ciudad de Damasco, ha "caído el tirano Bachar al Asad" y han "liberado a todos los oprimidos de las prisiones del régimen".
En un mensaje desde el plató de televisión, un hombre proclamó que "con la gracia de Dios, se liberó la ciudad de Damasco, y cayó el tirano Bachar al Asad y se liberaron todos los oprimidos de las prisiones del régimen", según el que es el primer comunicado de la Sala de Operaciones de Damasco de los insurgentes.
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"La Sala de Operaciones de Damasco pide a los ciudadanos preservar las propiedades del país sirio libre", dijo el hombre no identificado, rodeado de otros ocho hombres vestidos de civiles.
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"Que Siria viva libre para todos los sirios en todos sus segmentos", dijo en el minuto de aparición.
Abu Mohamed al Jolani, líder islamista de la coalición insurgente que ha arrebatado a Al Asad la capital Damasco, ha proclamado hoy la victoria.
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"Oh, mis hermanos revolucionarios rezad a Dios para agradecerle por la victoria que nos ha dado a través de vuestros brazos", aseguró en un comunicado.
Los insurgentes declararon hoy Damasco "libre" del presidente Bachar al Asad tras doce días de ofensiva iniciada por una coalición liderada por el grupo islamista Organismo de Liberación del Levante junto a otras facciones respaldadas por Turquía para derrotar al Gobierno sirio.
Precisamente, el primer ministro sirio, Mohamed Ghazi al Jalali, aseguró este domingo que tiende su mano a "todo sirio que se interesa por este país para preservar sus instituciones".
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Los rebeldes dijeron poco después que las instituciones públicas en Siria permanecerán bajo la supervisión de Al Jalali hasta que sean "entregadas oficialmente"
Gobierno de Líbano se pronuncia, tras caída del régimen de Al Asad en Siria
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El Gobierno de Líbano defendió este domingo la soberanía e integridad de Siria y el respeto a la voluntad del pueblo sirio, después de la caída esta madrugada del régimen de Bachar al Asad, quien se cree que ha huido del país después de que grupos rebeldes tomaran el control de la capital.
"El Ministerio libanés de Asuntos Exteriores y Emigrantes sigue con gran interés los acontecimientos actuales que tienen lugar en Siria y reafirma la importancia de preservar la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Siria y la no injerencia en sus asuntos internos", indicó un comunicado del Ministerio tras una reunión entre su titular, Abdullah Bu Habib, con el primer ministro libanés , Najib Mikati.
El Gobierno libanés también subrayó su deseo de "construir las mejores relaciones con el Estado sirio y sus representantes, de manera que se preserven los intereses comunes de los dos países"; su respeto a la "voluntad del pueblo sirio", y la importancia de tener relaciones de "buena vecindad".
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"Del pueblo sirio depende únicamente la elección de sus representantes, su sistema político y configurar el futuro de su país por el bien de Siria", indicó el comunicado de Exteriores.
El partido-milicia chií libanés Hizbulá, que acumula gran poder en Líbano pero ha quedado debilitado tras la guerra con Israel, era uno de los principales grupos aliados del derrocado régimen de Damasco, y ambos contaban a su vez con el apoyo de Irán.
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El régimen de la familia Al Asad, que gobernó el país árabe desde 1971, colapsó este domingo a manos de los insurgentes, la mayoría islamistas, liderados por el Organismo de Liberación del Levante (Hayat Tahrir al Sham o HTS, en árabe), que tomaron Damasco sin apenas resistencia tras apenas 12 días de ofensiva.
Bachar al Asad huyó del país en un avión "especial" según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos y se desconoce su paradero, mientras que el Mando de Operaciones Militares de la coalición de grupos islamistas y proturcos responsable de su caída proclamaba Damasco "libre del tirano Bashar al Asad".
Quién es Bashar Al Asad y cuánto tiempo duró en el poder, en Siria
Al Asad (Damasco, 1965) estudió Medicina y se especializó en oftalmología en la capital siria, donde al acabar sus estudios ejerció como médico militar por un tiempo. El joven, al que no se le atribuían aspiraciones políticas, se marchó luego a Londres para continuar con su formación profesional.
Sin embargo, dos años más tarde, en 1994, una fortuita tragedia familiar cambiaría el curso de su vida para siempre: el accidente de tráfico que acabó con la vida de su hermano Basel, el hijo mayor y presumible heredero en el poder del entonces presidente sirio, Hafez al Asad.
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Bachar fue llamado a Siria por su padre y se embarcó en un lustro de preparación para eventualmente tomar la batuta del país, al igual que había hecho el primogénito los años previos a su muerte, ganando experiencia en las filas castrenses y peso en la vida pública.
El momento llegó en 2000 cuando Hafez al Asad falleció tras casi tres décadas en el poder, al que había accedido por un golpe de Estado.
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Si bien no era el elegido inicialmente para heredar de su padre, tras obtenerlo se aferró a él con uñas y dientes, silenciando a sus adversarios, aplacando revueltas multitudinarias y sobreviviendo a más de diez años de guerra civil.
Enseguida se enmendó la Constitución para que Bachar, entonces de 34 años, cumpliese con los requisitos de edad -mínimo 40 años- y se celebró un referéndum que respaldó su ascenso a la jefatura de Estado.
Después de cuatro décadas de gobiernos del Partido Baaz, casi todos encabezados por su progenitor, Al Asad fue visto inicialmente como una esperanza para el cambio y un probable instigador de reformas democráticas y aperturistas.
Esperanza truncada
Sin embargo, pronto llegaron las campañas de arrestos de activistas y opositores, y, una década más tarde, la brutal represión de lasprotestas que estallaron en Siria
en contra de su Gobierno en el marco de la "Primavera Árabe".
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Resistió la presión de las calles y fue uno de los pocos dirigentes que continuaron en el poder desde las revueltas que estallaron en 2011 y tumbaron a los gobiernos de varios países de Oriente Medio y el Norte de África, si bien a costa de una guerra civil y la liquidación en la práctica de la unidad siria.
Su superviviencia desde 2016 quedó en manos de sus aliados rusos y de las milicias chiíes iraníes, libanesas e iraquíes que le permitieron recuperar territorio de los insurgentes, a costa de una devastación brutal de las ciudades y territorios que se habían rebelado.
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Formalmente, ocupó el poder durante con unas abultadas "victorias" electorales, como en los últimos comicios de 2021, donde logró hacerse con un 95 % de los votos.
Sin embargo su mandato se enfrentó a un creciente descontento popular por la grave crisis económica y la escasez de productos básicos, que ha llevado a la inmensa mayoría de la población a sufrir inseguridad alimentaria y a vivir por debajo del umbral de la pobreza.
A ello se suman 14 millones de desplazados internos y refugiados a otros países, la mayoría de ellos en Oriente Medio , y todo un proceso de reconstrucción por delante, algo que se planteaba como casi imposible ante el aislamiento internacional al Gobierno de Al Asad y las múltiples sanciones internacionales impuestas por Occidente.
En cuanto sus aliados principales quedaron envueltos en problemas más agudos que el sirio (Ucrania y Líbano, fundamentalmente), sus debilidades quedaron expuestas y, en último lugar, abrieron el paso a su caída.