Josua Hutagalung, un fabricante de ataúdes de la isla de Sumatra, Indonesia , nunca llegó a imaginar que su vida le iba a cambiar en "un abrir y cerrar de ojos”. Un meteorito del tamaño de una pelota de fútbol impactó sobre el techo de su casa.
“Estaba trabajando en un ataúd, cerca de la calle frente a mi casa, cuando escuché un ruido que hizo temblar mi hogar. Fue como si un árbol nos hubiera caído encima", contó Josua Hutagalung al medio britanico The Sun.
Más allá del susto, el hecho impactante para el hombre de 33 años fue el precio que pagaron por la roca espacial: 1,8 millones de dólares. Esto es un poco más de 6.500 millones de pesos, lo que convirtió al humilde trabajador en un millonario de la “noche a la mañana”.
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Jared Collins, experto en rocas espaciales, fue enviado por el comprador para asegurar el meteorito.
“Mi teléfono se iluminó con ofertas locas para que me subiera a un avión y comprara el meteorito. Fue en medio de la crisis del COVID y, francamente, fue una difícil decisión, entre comprar la roca para mí o trabajar con científicos y coleccionistas en los Estados Unidos”, declaró Collins.
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El meteorito fue vendido a un coleccionista estadounidense que lo tiene almacenado en nitrógeno líquido en el Centro de Estudios de Meteoritos de la Universidad Estatal de Arizona.
Según expertos, la roca de 2,2 kilogramos tiene 4.500 millones de años y es considerado uno de los hallazgos más importantes de la historia.
Fue clasificado como Condrita carbonácea CM1/2 y es una variedad extremadamente rara, dicen los científicos.
¿Que hizo Josua Hutagalung con todo el dinero que recibió? El padre de tres hijos mostró su lado más bondadoso y se comprometió a usar parte del dinero para construir una iglesia para su comunidad.
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