A un carnicero en Córdoba, Argentina, tuvieron que amputarle parte del brazo luego de que la extremidad quedara atrapada en la máquina picadora. Lo insólito fue cómo sufrió el accidente laboral.
En la tarde del pasado viernes, 31 de marzo, se fue la luz en el barrio Alberdi, donde el carnicero se encontraba trabajando.
El hombre, según vecinos de la zona, tomó la decisión de arreglar la picadora mientras se restablecía el servicio de energía.
Sin embargo, no desconectó la máquina y justo cuando estaba reparándola volvió la luz y el brazo del carnicero fue succionado y quedó atorado en la picadora.
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Compañeros de trabajo llamaron a los bomberos y la Policía para que auxiliaran a su amigo.
Los voluntarios intentaron llevar a cabo distintas técnicas para liberar al hombre, pero después de cuatro horas terminaron desarmando la picadora, que había causado graves lesiones en el brazo de la víctima.
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“Se tuvo que proceder a desarmar la máquina por completo con herramientas de corte y manuales”, describió el comisario de Bomberos, Luciano Castro, al medio TN.
Según el funcionario, el carnicero “estuvo en esta situación más de cuatro horas, tuvo una fuerza sobrenatural, estuvo consciente en todo momento hablando y ya es asistido por personal médico”.
Ya en el hospital al que fue trasladado el hombre, los galenos decidieron amputarle parte del brazo, detalló.
El carnicero se encuentra hospitalizado y se recupera favorablemente.
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Una historia tan insólita como esta se reportó a finales de marzo en México. Allí, un hombre murió cuando se ahogó con su propia saliva tras quedarse dormido en su camioneta, al parecer, después de haber bebido alcohol.
Vecinos del municipio de Mayorazgo, estado de Puebla, notaron que una camioneta roja marca Jeep llevaba estacionada varias horas sin que nadie la moviera. Al acercarse, vieron que había un hombre inconsciente.
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Llamaron a las autoridades y cuando la Policía y paramédicos arribaron al lugar ya no había algo por hacer.
El hombre habría fallecido por broncoaspiración. Uniformados indicaron que la víctima presentaba fluidos por nariz y boca.
Dentro del vehículo fueron encontradas botellas de bebidas alcohólicas en el interior del auto, por lo que la teoría es que el conductor se quedó dormido o perdió el sentido y se ahogó con su propia saliva.
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