El pequeño pueblo de Latrobe, en Pensilvania, Estados Unidos, donde habitan alrededor de 8 mil personas, es el estereotipo de la América de Donald Trump: cazadores, blancos -no latinos-, sin diploma universitario y de ingreso medio. Allí, hace cuatro años, ganó el expresidente con más del 60% de los votos. Dicen ser la tierra de la banana split, afirmando que allá nació ese postre, pero también es el pueblo de las armas.
“Solo ciudadanos respetuosos de la ley puedan tener armas”
Mark Boerio es un ‘trumpista’ orgulloso y de pura cepa. Tiene una tienda de armas y su estantería está llena de metralletas, pistolas de todos los modelos, escopetas y fusiles, entre otras armas. A la entrada de su negocio se advierte que ahí solo se apoya a Donald Trump.
Este hombre lleva 34 años vendiendo armas y dice que no quiere que nadie venga a restringirle su derecho a portarlas, mucho menos si es un político en Washington, recalcando que “yo no tengo al servicio secreto o estas otras cosas que me protejan, entonces yo soy el que puede proteger a mi familia y creo que todo el mundo debería tener el mismo derecho".
Entre las municiones y armas se lee el mensaje "pelear, pelear, pelear", que se ha convertido en el lema de campaña del expresidente Trump, a quien este ciudadano califica como “un luchador y está peleando por nosotros”.
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Mark llevó al periodista de Noticias Caracol en vivo a una prueba de armas. El espacio es el sótano de la tienda, acondicionado como un polígono. Tras llenar un formulario y proteger los oídos con tapones y los ojos con gafas especiales, la prueba empieza con un arma pequeña, que tiene ocho balas en total, y luego con un rifle.
Pese a los tiroteos, este pueblo que apoya a Trump defiende el derecho al porte de armas
Con más de 430 tiroteos en Estados Unidos en lo que va corrido de 2024, Mark sostiene que el problema no son las armas. “Lo que tienes que estar seguro es de que solo ciudadanos respetuosos de la ley puedan tener armas”, sostiene, y afirma que las leyes de Pensilvania no son tan flexibles. Da fe que todo el que le compra armas, lo hace de manera responsable y deben “pasar por una verificación de antecedentes completa realizada tanto por el gobierno estatal como por el federal, así que cuando le vendo un arma a alguien, no va a recibir un arma a menos que pase todos los controles”.
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Además, defiende su voto por Trump no solo porque crea que va a defender a la segunda enmienda, que permite el porte de armas, sino porque señala que la frontera es un desastre, la economía ha estado a pique bajo los demócratas y el empresario es quien puede solucionar los problemas que aquejan al país.