Fernando Villavicencio
era una reconocida figura política en Ecuador, no solo por ser un duro opositor del expresidente Rafael Correa, sino por sus constantes denuncias contra las bandas del narcotráfico y la corrupción en su país, lo que, para muchos, le costaron la vida.
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En uno de sus discursos, el candidato habló de “la mafia política financiada por los narcos. Yo no les tengo miedo, que vengan no más, lo único que pueden hacer es matarme”.
“Yo no le tengo miedo a la muerte porque yo ya vencí sobre ella, yo me entrego entero a mi pueblo”, aseveraba el periodista, sindicalista y activista político de 59 años, quien por primera vez aspiraba a dirigir el rumbo de los ecuatorianos por el movimiento Construye.
Nacido en la andina localidad de Alausí, en la provincia de Chimborazo (sur), Villavicencio fue el mayor de seis hermanos y creció en el campo hasta que su familia migró a Quito, cuando él tenía 13 años.
Desde muy joven trabajó "pelando pescado, conchas" de "mesero, posillero", según relató en una reciente entrevista con el diario El Universo. Se involucró con la industria petrolera -de la que tenía un amplio conocimiento- cuando ocupó un cargo en el área de relaciones comunitarias de la estatal Petroecuador.
"Mi trabajo fue contra la industria petrolera porque yo lo que hacía era investigar y hacer registros sobre los impactos de la industria petrolera", señaló. Agregó que "siempre acababa emitiendo informes en contra de la propia empresa".
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Al dejar el sector petrolero se dedicó a ejercer periodismo en los portales Plan V, Mil Hojas y Periodismo de Investigación.
Enemigo declarado del expresidente Rafael Correa, junto al asambleísta Cléver Jiménez señaló el engaño detrás del supuesto intento de golpe del 30 de septiembre de 2010, asegurando que fue un invento del entonces mandatario.
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Fue acusado de injuria contra el expresidente y condenado a 18 meses de prisión. Se escondió en la Amazonía y durante tres años estuvo prófugo de la justicia. Desde la clandestinidad publicó en su portal periodístico decenas de investigaciones sobre corrupción, uno de ellas relacionadas con la petrolera estatal ecuatoriana.
“Para que no digan que somos alharaquientos, vamos a poner dos dólares de diferencia entre el precio real del mercado y el precio al que facturó Petroecuador en el gobierno de Correa. Estamos hablando de más de 2.200 millones de dólares, una de las tramas de corrupción más grandes de la historia del Ecuador”, declaró en septiembre de 2017.
Las amenazas contra su vida no eran nuevas para Fernando Villavicencio, que en septiembre de 2022 denunció que “desde una camioneta 4×4 se realizaron cuatro detonaciones, cuatro disparos de arma de fuego en la puerta de la casa de mi familia”.
La semana pasada indicó que “el país se ha enterado a través de los medios de comunicación de un parte policial en el que se revela una gravísima amenaza de uno de los capos del cartel de Sinaloa, me refiero a alias Fito, en mi contra y en contra de mi equipo de campaña con una advertencia, que si sigo refiriéndome a él y a su estructura ellos atacarán en mi contra o atentarán contra mi vida”.
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Su talante y voz inquebrantable ante las mafias y la corrupción hicieron que el periodista ecuatoriano Carlos Vera le advirtiera al aire del peligro que corría. “¿Sí vio cómo acabó Luis Carlos Galán en Colombia? ¿Se acuerda como acabó Luis Carlos Galán?”, le inquirió.
Tras el asesinato de Fernando Villavicencio, a través de Twitter el comunicador escribió: “Se lo advertí… Que Dios lo guarde”.