“¿Por qué estás llorando, por qué lloras?”, le pregunta una persona. “Mi vieja, mi vieja”, responde entre sollozos un joven.
Su nombre es Alan Steve Rojas Depaz, tiene tan solo 19 años y acababa de ser detenido por intentar robarle a golpes un teléfono celular a una mujer en un colectivo.
Por su rostro, aún infantil, corrían lágrimas, quizá de la angustia de saberse atrapado y cara a cara con la justicia.
Alan Steve fue detenido en un cruce de una calle del distrito de Surco, en Lima, Perú , en medio del intento de hurto y llevado a una comisaría para que respondiera por el delito.
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“Ese ladrón subió y me comenzó a meter golpes en el brazo, me arrancó el celular y bajó. Yo me quedé parada, pero mi reacción fue bajar y comenzar a gritar”, dijo la víctima al medio Buenos días Perú.