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Sectores de Caracas sufren por la escasez del líquido. Los afectados deben ingeniárselas para cocinar y hacer las tareas básicas del hogar.
Tan solo una gota de agua cae en el tanque de la casa de la señora Nereida Ruiz. Lleva más de 90 días sin recibir el servicio. La última vez que pudo tener agua fue en 2018.
Lo poco que queda de líquido en su tanque lo usa para lo principal: aseo personal, cocinar y lavar los utensilios. Pero hay otras cosas de la vida diaria que debe resolver de otra manera.
"Voy a casa de mi hermana, que sí tiene agua en Chacao, y traigo unos garrafones; voy a Guatire y traigo unos garrafones de agua en la camioneta. Nos descompone nuestra calidad de vida porque, en vez de hacer otras cosas, tengo que buscar la manera de traer agua”, dice.
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Nereida asegura que un ser humano no puede pasar tanto tiempo sin el servicio de agua.
“Estamos en el propio desierto, parece que el gobierno cree que somos camellos", añade Nereida.
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Cualquier recipiente es bueno cuando el agua tiene tres meses sin llegar a casa.
Cocinar es otro problema por la falta de agua, no solo por el líquido, sino por el bolsillo.
Así lo explica Marinel Torres: "Cocino con agua potable, si consigo. Y también los precios que ponen ahorita con el agua potable es algo absurdo”.
Cosas que parecen insignificantes, como rociar unas plantas o recoger los residuos de mascotas, se convierten en un reto cuando en la casa no hay agua desde hace más de 90 días.
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