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La otra cara de la pandemia: contaminación con tapabocas empieza a hacerse visible

Territorios como Hong Kong, en China, y algunas zonas de Francia, empiezan a sufrir las consecuencias de no desecharlos responsablemente.

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Las aguas del mar de China, en las islas Soko, son el último destino de cientos de tapabocas usados por los habitantes de Hong Kong al inicio de la pandemia por coronavirus en ese territorio.

“En febrero empezamos a ver tapabocas en las playas. Mi colega y yo decidimos que iríamos allí y recogeríamos lo que pudiéramos (…) recolectamos 70 mascarillas en una distancia de 100 metros”, revela Gary Stokes, director de operación de Ocean Asia.

Lo hallado por Gary y su equipo muestra la otra cara de la pandemia, esa que amenaza con llevar al suelo marino elementos con los que nos protegemos del COVID-19 , como los tapabocas y los guantes, al no ser desechados de forma correcta.

“En ellos puede crecer musgo que atrae a pequeños peces, quienes atraen a su vez animales más grandes: delfines, tortugas. Ellos pueden consumir estos tapabocas pensando que es comida y obstruye su vía digestiva”, recalca el ambientalista.

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Por ejemplo, se captaron imágenes de un pulpo que, instintivamente, confundió un tapabocas con un refugio en las exclusivas y paradisiacas aguas de la costa azul francesa.

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Estos hallazgos hacen repensar el uso de objetos desechables, necesarios en estos momentos, pero que podrían ser reemplazados por soluciones verdes como tapabocas reutilizables.

De acuerdo con Gary Stoke, el blindaje contra el coronavirus ha propiciado un mayor consumo de plásticos de un solo uso, lo que va en contravía del acuerdo mundial logrado en la cuarta asamblea de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en 2019, que busca eliminar o reducir de manera significativa esta situación.

“La cantidad de plástico que creamos cada año es astronómico y, en su mayoría, es innecesario. El plástico no es malo, de hecho es un muy buen material, solo que debe ser usado para cosas que duren más tiempo”, añade.

Según estimaciones de la ONU, cada minuto son compradas un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500 mil millones de bolsas.

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En estos tiempos de COVID-19, ¿cuántos tapabocas desechables habrán sido comprados al final de 2020 o cuando llegue el fin de la pandemia?

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