Las huellas indelebles de la guerra quedaron grabadas para siempre en la memoria de sus víctimas, que quedaron atrapadas en medio de un conflicto que no les pertenece y que jamás se imaginaron. A un año de la guerra en Ucrania, decenas de niños plasmaron sus recuerdos por medio de dibujos, algunos cargados por el dolor y el sufrimiento al que fueron sometidos miles de civiles, y otros llenos de esperanza con la ilusión de un mejor futuro.
- Le puede interesar: La guerra de Ucrania desde el lente de los periodistas: así han arriesgado sus vidas
Paweł Woźny, en su papel como embajador de Polonia, trajo al país algunas de las imágenes retratadas por los más pequeños que fueron afectados por la guerra y mostraron su visión frente al panorama. “Los niños expresan con sus dibujos directamente lo que ven y lo que sienten”, expuso el diplomático.
Alina, de 12 años, plasmó en su dibujo la caída de un misil con la bandera rusa sobre un edificio que quedó partido a la mitad, y se enterró en medio de la calle donde todavía circulaban personas que murieron tras el impacto.
Victoria, de 13 años, dibujó un conjunto de edificios que se incendiaba tras el impacto de explosivos, posiblemente se trataba del lugar donde solía vivir antes de la guerra. En las ventanas se logra apreciar el fuego que consume la estructura y eleva el humo negro por los cielos, como resultado del incendio.
Julia y Olga muestran un panorama oscuro donde el caos prevalece en los edificios carbonizados por el fuego, cubiertos de llamas rojas, naranjas y amarillas, con la presencia de tanques de guerra en el territorio, en un cielo gris.
Publicidad
Anastasia, de 12 años, plasmó lo que sería una victoria para su pueblo en medio del conflicto bélico. En el dibujo muestra a los soldados ucranianos celebrando, con arma en mano, el triunfo sobre sus contrincantes rusos.
Marhol, de 14 años, realiza lo que sería un autorretrato lleno de dolor, que podría expresar el sentimiento de muchos niños que quedaron marcados por la guerra. En su dibujo, hecho con trazos rojos y negros, muestra a un joven rodeado de sangre, arrodillado en el suelo lleno de escombros, con su mano derecha agarrándose el pecho y la mirada perdida en el sufrimiento.
Publicidad
En otros dibujos las imágenes del horror que se vivió en los refugios es recurrente. Familias enteras resguardadas en los sótanos, mientras que los ataques de tanques, misiles y bombardeos transcurren en la superficie, acabando con lo poco que todavía se mantiene en pie.
Sin embargo, también se visibilizaron trazos llenos de esperanza por un mejor futuro, donde prevalecen los arcoíris después de la tormenta y un sol que ilumina los hogares que se mantienen en pie, rodeado de flores en campos verdes y personas felices.
Finalmente, se ve el dibujo de un niño que muestra su vecindario lleno de vida y color, acompañado de un texto que dice “esta ciudad es mi casa, aquí vive gente buena, trabajadora, cariñosa y alegre, no arruinen nuestra casa, paren la guerra”.
- Noticias relacionadas: Un año de guerra en Ucrania, especial de Noticias Caracol: historias, cifras y análisis