Parece que no todos los asistentes a la misa de Acción de Gracias durante las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II, quien cumple 70 años en el trono, vieron con buenos ojos la presencia del príncipe Harry y Meghan Markle. Esto tras la decisión de la pareja de apartarse de sus funciones como miembros de la realeza y las declaraciones que ha dado.
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Con el príncipe Carlos a la cabeza, la familia real británica, el mundo político e invitados se unieron este viernes en la catedral de San Pablo, en Londres, para rendir tributo a los 70 años de servicio público de Isabel II.
Debido a sus problemas de movilidad, la reina no pudo asistir a esta ceremonia de Acción de Gracias en San Pablo, pero el príncipe de Gales, heredero de la corona británica, acompañado por su esposa, la duquesa de Cornualles, representó a su madre.
Isabel II, de 96 años, decidió no asistir a esta misa tras sentir "molestias" el jueves al término del desfile militar Trooping the Colour, que celebra el cumpleaños oficial de la reina.
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Al evento asistió la familia extendida de la reina, excepto el príncipe Andrés, quien dio positivo para COVID-19 y ha estado apartado tras el escándalo por un presunto abuso sexual a menor en Estados Unidos.
Tanto a la entrada como a la salida, los miembros de la familia real fueron vitoreados por la muchedumbre. Sin embargo, cuando le tocó el turno al príncipe Harry y Meghan Markle la calidez no fue la misma.
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En varios videos se puede percibir que si bien algunos los aplaudieron, otros los abuchearon. Varios medios británicos han comentado el tema.
La pareja ha decidido mantener un bajo perfil durante las celebraciones.
Ellos no fueron los únicos abucheados; el primer ministro Boris Johnson tampoco tuvo un amable recibimiento.