"Llámalo destino, o Jesús, pero yo lo llamaré Kim Kardashian ", esto dijo Angelina Wiley en su cuenta de TikTok. Ella admitió tener un gran nivel de confianza en las fajas de la modelo después de que usar una de ellas le salvara la vida en medio de un intercambio de disparos.
En su plataforma de GoFundMe , Angelina, a quien sus cercanos nombran como Nina, contó a detalle cómo casi perdió la vida en la celebración del año nuevo de 2022. Relató que el 31 de diciembre de dicho año, ella y sus amigos decidieron ir a celebrar a Westport, un barrio histórico de Kansas City.
Una vez terminó la fiesta, pidió un servicio de auto por Lyft para ser llevada de manera segura a su hogar, pero mientras esperaba quedó atrapada en medio de un cruce de disparos. Aunque sus amigos lograron refugiarse, ella fue impactada por al menos tres balas.
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"Mientras la ambulancia luchaba por llegar a Nina debido al tráfico y los autos estacionados en calles llenas de gente, ella fue empujada en la camilla por la calle hasta la ambulancia, donde luego fue transportada al hospital para someterse a una cirugía", se lee en su recaudación de fondos.
Como resultado de la balacera, Angelina Wiley tuvo que ser sometida a un procedimiento quirúrgico para reparar la vejiga y deberá pasar por un largo proceso de recuperación donde debe caminar con un andador para curar su pelvis rota.
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Siete meses después del ataque, la joven contó en su cuenta de TikTok que al momento del tiroteo estaba usando debajo de su vestido un body moldeador de Skims, la marca de fajas de Kim Kardashian, y este estaba tan pegado a su cuerpo que detuvo el sangrado producido por los impactos de bala.
Su testimonio ha impactado a cientos de usuarios de internet. Quienes la escucharon afirman que la marca de la estrella de reality debería patrocinarla e incluso su historia las había impulsado a probar la ropa moldeadora.
"Yo lo recomiendo, definitivamente voy a comprarme algunos más. Me refiero a que, debería usarlos todos los días, es como una armadura para mujeres", comentó.
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Por el momento, la mujer de 22 años continúa yendo a fisioterapia y a asistencia mental, pues ha quedado con un cuadro de estrés postraumático tras el ataque. Así mismo, mantiene una de las balas dentro de su estómago, pero agradece a todos los que la han acompañado en el proceso.
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