Es el primer revés que sufre el expresidente brasileño, que quedó en libertad el 8 de noviembre pasado tras pasar 580 días en prisión.
Pese a la decisión, el líder de la izquierda permanecerá en libertad
, gracias a una reciente decisión de la Corte Suprema que determinó que las penas de prisión solo pueden empezar a ejecutarse cuando los acusados agoten todos los recursos disponibles en las cuatro instancias del sistema judicial brasileño.
Los tres magistrados de la corte de apelaciones de Porto Alegre, un tribunal de segunda instancia, elevaron este miércoles la condena de 12 años y 11 meses dictada contra Lula en febrero pasado a 17 años y un mes.
En este juicio, el exmandatario (2003-2010) es acusado de haber beneficiado de obras de renovación realizadas por las constructoras Odebrecht y OAS en una propiedad rural de Atibaia, en el estado de Sao Paulo, a cambio de contratos en Petrobras y otras firmas estatales.
Lula siempre afirmó que esa propiedad no era suya, sino de uno de sus allegados. Pero la Fiscalía aseguró que considera probado que Lula era el principal usuario de esa propiedad y que las obras eran para él.
Lula fue liberado el 8 de noviembre de una cárcel de Curitiba (sur), donde cumplía desde abril de 2018 una sentencia de 8 años y 10 meses de reclusión por corrupción pasiva y lavado de dinero. En ese caso, fue considerado beneficiario de un apartamento tríplex ofrecido por la constructora OAS en el litoral paulista, igualmente a cambio de contratos en Petrobras.
La decisión de la corte suprema que impide la ejecución de sentencias antes del agotamiento de todos los recursos judiciales posibilitó su liberación el 8 de noviembre e impide ahora su encarcelamiento después del fallo de este miércoles.
Updated: noviembre 28, 2019 05:05 p. m.