Un joven de 22 años, que se dedica al modelaje en la ciudad de Mánchester, enInglaterra
, voló hasta Turquía con la esperanza de mejorar su imagen frente a la cámara. Luego de averiguar los costos, se dirigió hasta Estambul para colocarse carillas en los dientes y así obtener una mejor sonrisa para sus seguidores. Sin embargo, todo se convirtió en una pesadilla, poco tiempo después de regresar a su país.
El modelo británico, identificado como Jack James, pagó inicialmente un valor de 3.000 libras esterlinas (alrededor de 15 millones de pesos) para su procedimiento estético y, aunque se encontraba satisfecho con el resultado, unos meses después comenzó a tener dolor, sangrado y “mal aliento”, lo que le llevó a una consulta odontológica de emergencia.
“Los dientes se veían bien hasta que comenzaron a sangrar y doler. Comenzaron a tener pus y a gotear, mi aliento apestaba”, detalló James en el medio local Mirror. Tras realizarse una serie de exámenes, los especialistas le dijeron al joven que sus dientes naturales se encontraban en un estado “terrible” y que arreglarlos le costaría alrededor de 20.000 libras esterlinas, dinero con el que no contaba.
Desesperado por arreglar el problema, pero incapaz de asumir el costo del procedimiento en Reino Unido, el modelo se volvió a poner en contacto con el centro dental que lo atendió en Turquía para preguntarles si ellos podían ayudarlo, pero la clínica se mantuvo firme en que el resultado no era su culpa y que debía pagar nuevamente si quería alguna modificación.
Dispuesto a recuperar su salud dental, el joven volvió a volar a Estambul para que le retiraran las carillas y le hicieran unas nuevas, aunque el resultado fue devastador. Debido a la infección, Jack James debía ponerse dientes temporales mientras se curaba de la infección, que tardó algunas semanas en desaparecer.
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Al momento de retirar las carillas, el modelo se dio cuenta de que sus dientes reales habían terminado afectados y ahora parecían “dientes de tiburón”, lo cual le sorprendió. “Era como algo salido de una película de terror”, recordó.
Luego de sanar, James se colocó un nuevo juego de carillas y volvió a su ciudad natal, esperando que todo hubiera terminado ahí, pero los problemas continuaron. Un día, mientras se cepillaba los dientes como de costumbre, uno de sus dientes se cayó y lo dejó con un gran espacio entre las piezas.
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Ahora, el joven le recomienda a sus seguidores investigar sobre los procedimientos que deseen hacerse antes de viajar al extranjero, ya que pueden experimentar una mala experiencia.
De acuerdo con Mirror, una de cada cuatro personas en Reino Unido lucha por conseguir citas odontológicas en el país, pero el alto costo de los tratamientos hace que los pacientes viajen al extranjero en busca de procedimientos más económicos.