Una trágica muerte tiene consternada a la comunidad de Marsella. Un joven de apenas 15 años fue apuñalado y posteriormente, quemado vivo.
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De acuerdo con TN, el menor de edad habría estado vinculado con la venta de drogas en el sector. Las autoridades reportaron que el sujeto fue “apuñalado 50 veces" antes de ser calcinado hasta morir.
El caso se presentó al sudoeste de Francia, en la segunda ciudad más grande del país, Marsella, que vive un flagelo por la comercialización de sustancias psicoactivas de forma ilegal.
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Según el citado medio, el fiscal de Marsella, Nicolas Bessone, calificó el homicidio como un caso de “salvajismo sin precedentes”.
Este asesinato se suma a la lista de fallecidos en medio de disputas territoriales entre clanes por el control de la comercialización de drogas en la zona. El fiscal aseguró que recientemente se ven involucrados en este mundo a víctimas muy jóvenes.
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Joven había sido contratado en redes sociales
Las investigaciones han develado que el joven había sido contratado por un sujeto privado de la libertad, a través de redes sociales.
Al adolescente le habían pagado cerca de 2.100 dólares para intimidar a un enemigo incendiándole la puerta de su residencia. Antes de lograr su cometido, el joven fue descubierto por miembros de la banda rival que terminaron por propinarle decenas de puñaladas en su cuerpo, para luego prenderle fuego.
Como si esta lamentable muerte no fuese suficiente, el preso decidió buscar en redes sociales y pagarle a otro joven incluso menor que el asesinado para cobrar venganza.
Con 50.000 dólares, un menor de 14 años tenía que matar a un miembro del clan que habría estado involucrado en la tortura del primer contratado.
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Hubo otra muerte en el mismo caso
Este joven contrató un vehículo para movilizarse hasta el lugar donde iba a matar a su víctima. Al parecer, él le dijo al conductor que debía esperarlo mientras volvía para transportarlo de regreso, pero el chofer se negó y recibió un disparo por parte del sujeto.
La Fiscalía señaló que la víctima fue un hombre de 36 años, padre de familia y empleado de una compañía de transporte privado. El conductor no estaba relacionado con ninguna de las bandas ni con el tráfico de estupefacientes.
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Hay “una pérdida total de referencias que hace que los jóvenes respondan a anuncios (...) para ir a quitar la vida a otros sin ningún remordimiento ni reflexión”, mencionó el fiscal del caso.
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