En Malatya, una de las zonas más devastadas por el terremoto en Turquía, siguen encontrando vida después de más de 50 horas imparables de labores de los rescatistas, que empiezan a recibir ayuda de Israel y Rusia.
- Niña en Turquía, atrapada 17 horas en los escombros, protegió con su brazo la cabeza de su hermanito
Un niño de 3 años fue rescatado de los escombros y recibido con un beso de quien logró sacarlo.
Rescatistas israelíes sacaron a una mujer de 23 años que, aunque estaba bien de salud, tenía la pelvis fracturada. Y por un agujero logró ser sacado un joven, que celebró la victoria de haber salido con vida.
En la provincia del sureste de Turquía de Adiyaman, en el distrito de Besni, los bomberos redoblaron su trabajo al escuchar unas voces procedentes de unas ruinas y lograron liberar a Ahmet Aydin y su hijo Yusuf, que llevaban 54 horas entre los escombros de un edificio arrasado por el terremoto. De momento no se tienen más detalles sobre su estado de salud.
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En el centro de la ciudad de Karamanmaras, una de las más afectadas, una mujer llamada Hilal Kocaoglu también fue rescatada con vida este miércoles 8 de febrero por la mañana de entre los escombros de un hotel derruido.
La agencia Demirören New informó que los equipos de búsqueda y rescate que trabajaban entre los escombros de esa zona intensificaron su labor por el sonido procedente de las ruinas a primera hora de la mañana y finalmente llegaron hasta Kocaoglu.
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La mujer fue liberada de los escombros con heridas y hospitalizada tras recibir una primera asistencia por los equipos sanitarios en el lugar del rescate.
En Hatay, Semra Et también ha sido rescatada después de 53 horas bajo los cascotes.
"Muchas gracias, los quiero a todos", fueron las primeras palabras que les dijo a los bomberos que la salvaron.
Los fallecidos por los devastadores terremotos del lunes llegan a los 8.574 en Turquía y hay más de 40.000 heridos. Al desastre se une que muchos de los servicios básicos en el sureste del país han dejado de funcionar en medio de temperaturas gélidas.
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El clima helado, con hasta -6 grados en la región, limita la capacidad de supervivencia
a medida que pasan las horas desde el primer temblor en la madrugada del lunes.