Un joven de 19 años, identificado como Seth Settle, asesinó a su mamá porque le pidió que no fumara en la casa. La mujer de 52 años acababa de dejar en la escuela a otra hija, de 14. Según el homicida, ella cerró la puerta y él apuntó con un arma de fuego que supuestamente se disparó accidentalmente, hiriendo de muerte a su progenitora.
Tras avisar a otro hermano lo que había ocurrido, Settle huyó, pero poco después fue localizado y capturado por la Policía de Polk, en Florida, Estados Unidos.
El joven que asesinó a su mamá “mintió a los detectives cinco veces distintas sobre dónde se deshizo del arma de fuego”, según un comunicado de la oficina del sheriff Grady Judd.
Sin embargo, un amigo de Settle se puso en contacto con las autoridades para informar que el señalado homicida le dio dos armas de fuego. Los detectives las recuperaron.
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“El sospechoso trata de mostrar esto como un accidente, pero tenía un arma cargada e intencionalmente apuntó a la puerta por donde acababa de salir la víctima y disparó. Huyó de la escena sin prestar ayuda, luego arregló que un amigo se deshiciera del arma. Estas no son las acciones de un hombre que accidentalmente mató a alguien. Sabía exactamente lo que estaba haciendo”, dijo el sheriff.
El joven que asesinó a su mamá enfrenta cargos por homicidio en segundo grado con un arma, manipulación de pruebas, descarga de un arma de fuego en un área residencial y dar información falsa durante una investigación.
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