El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, presentó este martes a los miembros del equipo de seguridad nacional y de exteriores de su futuro Gobierno, "listo para liderar el mundo", iniciando así formalmente el proceso de transición, después de que el mandatario saliente Donald Trump diera luz verde a la transferencia de poder.
En un acto en Wilmington (Delaware), donde reside, y flanqueado por la vicepresidenta electa, Kamala Harris, y algunos de los integrantes de su futuro Gabinete, Biden mostró un equipo "que refleja el hecho de que EE. UU. está de vuelta, listo para liderar el mundo, no retirarse de él".
Toda una declaración de intenciones frente a la que ha sido la política de exteriores y de seguridad nacional del presidente saliente, Donald Trump, que ha roto con sus aliados tradicionales guiado por su lema "EE. UU., primero".
En ese sentido, Biden explicó que sus elegidos tendrán como tarea restablecer "el liderazgo global y moral de EE. UU.".
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Reimaginar la política exterior
"No solo repararán sino que reimaginarán la política exterior y la seguridad nacional para la próxima generación", proclamó el que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017), que el próximo 20 de enero asumirá las riendas de la primera potencia mundial.
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El gobernante electo apareció rodeado por algunos de los futuros miembros de su Administración, si es que son confirmados por el Senado, cubiertos con mascarillas faciales para protegerse de la COVID-19, que se fueron quitando conforme intervinieron uno a uno.
La elección de Antony Blinken como futuro secretario de Estado; Alejandro Mayorkas, como titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés); John Kerry, como enviado presidencial para el Clima; Avril Haines como directora de la Inteligencia Nacional; Linda Thomas-Greenfield, como embajadora de EE. UU. ante la ONU; y Jake Sullivan, como asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca; fue anunciada ayer por Biden, que este martes hizo de maestro de ceremonias en su presentación en sociedad.
La veterana diplomática afroamericana, Linda Thomas-Greenfield, no pudo ser más clara y dirigiéndose a Biden afirmó: "Le quiero decir que EE. UU. está vuelta, el multilateralismo está de vuelta, la diplomacia está de vuelta. Señor presidente electo, a menudo he oído cómo usted ve que toda la política es personal, y así es como uno construye relaciones de confianza y crea puentes ante los desacuerdos y se encuentran puntos en común".
Entretanto, Blinken abogó por actuar con humildad y confianza para resolver los problemas en el mundo, donde EE.UU. necesita de la cooperación con otros países: "necesitamos su colaboración, pero también confianza porque EE. UU. todavía tiene una gran capacidad, más que ningún otro país sobre la Tierra para unir al resto para afrontar los desafíos de nuestro tiempo".
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La crisis climática, una prioridad
La apuesta de Biden y Harris por afrontar la crisis climática como una de las prioridades de la que será su Administración quedó patente en las palabras de Kerry, que asumirá un puesto de nueva creación, mientras que el cubano-estadounidense Mayorkas hizo historia al ser presentado como el primer latino e inmigrante que estará al frente del DHS, una elección de la que Biden confesó que está "orgulloso".
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El proceso transitorio se agilizará a partir de ahora después de que el lunes Trump indicara que había dado luz verde a la transferencia de poder a Biden, pese a no haber aceptado aún su derrota en las elecciones presidenciales del pasado 3 de noviembre.
Los ojos están ahora en el Senado encargado de aprobar los futuros cargos de la Administración de Biden y donde los republicanos podrían mantener en enero la mayoría actual. De hecho, el líder de la mayoría conservadora en la Cámara Alta, Mitch McConnell, todavía no ha reconocido la victoria de Biden, al igual que la mayoría de legisladores del partido, aunque cada vez están apareciendo más voces discordantes.
A ese respecto, Biden esperó este martes que sus nominados "reciban una pronta audiencia".
Minutos después de que acabara el acto de Biden y de su equipo, una aparente sensación de normalidad se instalaba en la Casa Blanca, con la celebración de la tradicional ceremonia del indulto presidencial al pavo de Acción de Gracias, con la presencia de Trump y de su esposa, Melania.