La Casa Blanca nuevamente presionó al Congreso de Estados Unidos para que apruebe leyes que restrinjan el acceso a las armas luego del tiroteo en Indianápolis que dejó ocho víctimas fatales.
Como si fuera una costumbre, se izó la bandera a media asta por la masacre en las instalaciones de la empresa Fedex. El sospechoso, aparentemente, se quitó la vida justo después del tiroteo.
“Fue identificado como Brandon Hole, de 19 años; funcionarios de Fedex confirmaron que fue empleado en esas instalaciones”, dijo Craig Mccartt, subjefe de la Policía de Indianápolis.
Las víctimas no fueron identificadas inmediatamente; una de las complicaciones es que Fedex no permite el ingreso de trabajadores con teléfonos celulares a sus instalaciones, lo que llenó de angustia a familiares de los empleados que querían saber si entre las víctimas estaban sus seres queridos.
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Los móviles de Hole no han sido establecidos, lo que se sabe es que utilizó un rifle, despertando la condena y el llamado del presidente Joe Biden al Congreso para que legisle.
“Insto encarecidamente a mis amigos republicanos que se negaron a aprobar el proyecto de ley aprobado por la Cámara para que lo planteen ahora, esto tiene que terminar, es una vergüenza nacional”, dijo el presidente de Estados Unidos.
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Para aprobar mayores restricciones al acceso a armas, los demócratas requieren por lo menos 10 votos republicanos, algo que parece improbable.