Una mujer, Erin Patterson, es investigada por la muerte de sus exsuegros y una persona más, que resultaron envenenados tras aceptar su invitación a almorzar al pueblo de Leongatha, al sureste de Melbourne, Australia.
Para las autoridades, las víctimas habrían ingerido hongos de la muerte en la comida que les sirvieron.
Según un informe publicado por BBC News, Erin invitó a su casa a sus exsuegros, Gail y Don Patterson, que llegaron acompañados por Heather, la hermana de Gail, y su esposo Ian Wilkinson. En la reunión también estaban los dos hijos pequeños de la mujer.
Tras el almuerzo, los adultos, a excepción de la exnuera, empezaron a sentirse mal y fueron a urgencias pensando que sufrían una gastroenteritis. Sin embargo, sus síntomas empeoraron y los trasladaron a Melbourne, donde Heather, de 66 años, y su hermana, de 70, fallecieron el viernes 4 de agosto. Don, también de 70, pereció al día siguiente, mientras que Ian, de 68, lucha por su vida a la espera de un trasplante de hígado.
Extrañamente, ni Erin ni sus hijos presentaron signos de envenenamiento, por lo que las autoridades indagan si la mujer les habría servido hongos de la muerte a sus exsuegros y la pareja que los acompañó.
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"En este momento, las muertes no tienen explicación, podría ser inocente, pero simplemente no lo sabemos", dijo Dean Thomas, vocero de la brigada de homicidios.
Por su parte, Erin afirmó entre lágrimas a los medios que ella no les hizo nada, “los amaba”, aunque no dio detalles de la comida que les sirvió a sus exsuegros.
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Aunque presuntamente la relación con su exesposo y padre de sus hijos terminó amistosamente, las autoridades no descartan que haya envenenado a la familia de él. Por esta razón, los dos niños, que comieron algo distinto, se encuentran bajo custodia del estado.
Erin insiste en su inocencia, asegurando que "Gail era la madre que no tuve. Mis propios hijos perdieron a su abuela. Eran algunas de las mejores personas que he conocido. Estoy devastada porque se han ido".
Las autoridades les pidieron a los pobladores no recoger hongos silvestres, porque los de la muerte son parecidos a los que se consumen regularmente, e instaron a adquirir las setas en supermercados. comer solo la mitad de uno puede causar una falla mortal en el hígado o los riñones.