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A falta de un acuerdo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió que las tarifas aduaneras del 25% a las exportaciones de bienes de sus vecinos México y Canadá, salvo los productos energéticos canadienses gravados a una tasa inferior, se aplicarían a partir de este martes 4 de marzo.
El magnate republicano declaró a periodistas que "no hay margen" de maniobra para evitar los aranceles que impuso inicialmente el 3 de febrero, antes de pausarlos por un mes en busca de soluciones a los problemas migratorios y la entrada de drogas en Estados Unidos.
"Lo que tendrán que hacer es construir sus fábricas de automóviles (...) y otras cosas en Estados Unidos", dijo.
(Lea también: Donald Trump confirma aranceles a México, Canadá y China y abre la puerta a una guerra comercial )
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Canadá y México son socios de Estados Unidos en el acuerdo de libre comercio T-MEC, pero aunque se han esmerado en complacer las exigencias de Trump en la lucha contra la migración ilegal y el tráfico de droga, el republicano está descontento y no perdonó.
Los aranceles afectarán a más de 918.000 millones de dólares en importaciones estadounidenses de ambos países.
Trump subió también al 20% los aranceles adicionales a China, fijados inicialmente en el 10%. Pekín respondió de inmediato, anunciando que impondrá gravámenes suplementarios del 10 y el 15% a varias importaciones alimentarias de Estados Unidos como la soja, el trigo o el pollo.
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"Si Estados Unidos (...) persiste en elevar una guerra arancelaria, una guerra comercial, o cualquier otro tipo de guerra, la parte china lo combatirá hasta el final", dijo a propósito un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian.
Washington reprocha a China su "incapacidad" para "combatir la avalancha de fentanilo", un opioide sintético que mata por sobredosis a decenas de miles de personas al año en Estados Unidos.
Trump acusa de lo mismo a Canadá y México, así como de no hacer lo suficiente para frenar los cruces irregulares de migrantes.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, advirtió el lunes 3 de marzo que su país está preparado y tiene un "plan".
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México entregó la semana pasada a Estados Unidos a algunos de los capos de la droga encarcelados más conocidos y desplegó a miles de militares en la frontera durante las últimas semanas, entre otras medidas, en un intento de evitar los aranceles.
Para Canadá, las tarifas aduaneras son una "amenaza existencial", en palabras de la canciller Mélanie Joly. "Miles de empleos están en juego", advirtió.
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Por eso, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, avisó que si los aranceles entran en vigor su país "responderá a partir de la medianoche aplicando gravámenes del 25% sobre 155.000 millones de dólares en bienes estadounidenses".
El gobierno canadiense asegura que menos del 1% del fentanilo y de los migrantes que entran ilegalmente en Estados Unidos lo hacen a través de su frontera, pero aún así ha intentado complacer a Trump, con un plan para mejorar la seguridad fronteriza y el nombramiento de un zar para coordinar la lucha contra el fentanilo.
Los aranceles provocaron caídas bursátiles el lunes y probablemente tendrán implicaciones en las cadenas de suministro de sectores clave como los automóviles y los materiales de construcción.
Para Ryan Majerus, exfuncionario estadounidense en el aérea comercial, la administración republicana intenta resolver problemas que el país arrastra desde hace tiempo, como el fentanilo y la inmigración, y mejorar las condiciones para las empresas estadounidenses.
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Y estos aranceles le han dado "una ventaja, como hemos visto con la respuesta hasta ahora de Canadá y México", explicó a la AFP.
Pero la forma de hacerlo, por decisión presidencial, podría desencadenar "demandas", advirtió Majerus, socio del bufete de abogados King & Spalding.
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Los consumidores podrían sentir los efectos en los precios, complicando así las promesas de campaña de Trump de bajar la inflación. Los industriales ya empiezan a notarlos.
"Los aumentos de precios se han acelerado por los aranceles, lo que ha provocado retrasos en nuevos pedidos, interrupciones en los proveedores e impactos en los inventarios", declaró Timothy Fiore, encargado de la encuesta sobre el índice ISM, que mide la actividad del sector manufacturero.
Por ahora, los aranceles impactan sobre todo a fabricantes de los sectores químico, transporte, máquinas, electrodomésticos y alimentario.
El Consejo Empresarial Estados Unidos-China, un grupo de alrededor de 270 compañías estadounidenses que hacen negocios en China, advirtió en un comunicado que los aranceles "perjudicarán a las empresas, consumidores y agricultores estadounidenses y socavarán" la "competitividad".
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AGENCIA AFP