Los habitantes de Xi'an viven un confinamiento casi total por un pequeño brote de COVID-19 que los obligó a suspender reuniones familiares, perturbó los exámenes de fin de año y vació las calles de esta ciudad del centro de China.
La drástica medida se tomó en momentos en que el país asiático persiste con su estrategia de cero COVID antes de los Juegos Olímpicos de Invierno, en febrero.
La histórica excapital, un popular destino para turistas internacionales antes de la pandemia, fue aislada luego de que este mes se detectaran más de 200 casos de coronavirus.
Wei, una habitante de Xi'an, lamenta que por culpa de los confinamientos hace meses que no ve a su esposo que vive en Pekín.
Publicidad
"Pekín tuvo un brote hace un tiempo y ahora Xi'an tiene un brote, se alternaron" impidiendo que viajáramos, dice Wei.
En China, incluso un solo caso puede provocar órdenes de permanecer en casa y restricciones de viaje.
Publicidad
El confinamiento llegó en un momento difícil para los postulantes universitarios de la ciudad, que deben rendir los exámenes de ingreso programados para la próxima semana.
"Ha sido una semana de ansiedad", dijo una estudiante.
"El centro de exámenes pide dos certificados impresos de ácido nucleico tomados las últimas 48 horas. Pero ahora los centros cercanos de pruebas solo dan resultados electrónicos, el hospital está aislado y el centro de exámenes no atiende el teléfono", comentó.
Tampoco sabe cómo podrá llegar al sitio del examen con las carreteras bloqueadas.
Publicidad
Medios locales mostraron a habitantes corriendo a los mercados para comprar alimentos y otros productos cuando se anunció el miércoles el confinamiento.
El diario estatal Global Times advirtió que Xi'an enfrenta "una enorme prueba de su capacidad de gobernanza".
Publicidad
Muchas autoridades locales en China fueron despedidas tras considerarse que manejaron mal los brotes, al llevar a los gobiernos locales a mantener reglas estrictas.
En Xi'an, operadores de turismo les pedían a los visitantes mostrar pruebas negativas de COVID incluso antes del último brote, y quienes llegaban en tren tenían que probar que no portan el virus.
Aceptación y apoyo en Xi’an
China ha registrado menos de 5.000 muertes en la pandemia, comparado con más de 800.000 en Estados Unidos.
Publicidad
Muchos pobladores se resignaron a acatar la orden de permanecer en casa, ante la insistencia del gobierno de mantener su estrategia de cero COVID.
"Tiene que haber confinamiento", opinó Sun, una habitante de Xi'an que solo reveló su apellido.
Publicidad
Dijo que sospechaba que habría confinamiento porque vive en un barrio donde se dieron varios contagios. Ella continuará trabajando desde su casa.
China, donde primero se detectó el COVID-19, redujo los contagios al mínimo mediante un procedimiento repetido de suspender el transporte para aislar la localidad donde se detectó el caso y realizar millones de pruebas.
Varios habitantes dijeron que se sienten mejor preparados para el confinamiento a casi dos años del inicio de la pandemia y creen que las medidas extremas permiten contener el brote.
"Todos vimos el cierre de Wuhan. En ese tiempo nada era seguro, pero esta vez no estamos en pánico y creemos en el gobierno", sostuvo Wei, habitante de Xi'an, en referencia a los 76 días que Wuhan pasó en aislamiento a inicios de 2020.
Publicidad
Aislar a Xi'an es una "contramedida que debemos hacer en la fase inicial, lo antes posible", expresó Yuan, una intérprete y madre de dos niños radicada en Xi'an.
Señaló que toda su zona residencial será sometida a prueba por tercera vez desde el inicio del brote de Xi'an y que con el cierre de las escuelas, sus dos niños recibirán clases en línea.
Publicidad
"Comparado con Wuhan, creo que nuestro cierre no será muy extenso", anticipó.