Luego de que se llevaron a cabo las elecciones en Venezuela , habrían ocurrido alrededor de 2.000 detenciones arbitrarias, entre las cuales hay niñas y niños que durante meses fueron sometidos a torturas y malos tratos, según un nuevo informe de Amnistía Internacional.
La ONG denunció que se contabilizaron al menos 198 niños y niñas detenidos luego del 28 de julio, cuando el régimen venezolano proclamó como ganador de las elecciones al régimen de Nicolás Maduro.
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De los menores detenidos, en septiembre fueron excarcelados más de 100 y, en noviembre, alrededor de 25, aunque siguen sometidos a medidas cautelares y procesos judiciales por cargos de terrorismo.
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"Amnistía Internacional condena las detenciones arbitrarias, posibles desapariciones forzadas, torturas, y falta de garantías judiciales en su contra, y exige la inmediata liberación de los al menos 69 niños y niñas que permanecen privados de la libertad", indicó el informe.
Los detalles de las torturas: "Sentía que estaba muerto"
Durante las protestas que se vivieron los días siguientes a las elecciones, las propias autoridades venezolanas aceptaron la detención de niños en el marco de las protestas, justificando los procesos penales contra ellos por su supuesta participación en manifestaciones violentas.
Amnistía Internacional tuvo conocimiento de que hay personas detenidas que viven con alguna discapacidad o son neurodivergentes, de las cuales algunas son niños y niñas.
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En todos los casos documentados no se contaba con una orden de aprehensión dictada por un juez o no haber sido en flagrancia de un delito. Los niños y niñas permanecieron varios días desaparecidos, sin que su familia supiera de su paradero, y su puesta a disposición ante un tribunal rebasó el límite que marca la ley y el derecho internacional: un máximo de 24 horas.
Al menos cinco de los niños habrían sido sometidos a tortura a través de golpizas con puñetazos y patadas, choques eléctricos, asfixia y amenazas de muerte o sexuales, con la intención de forzarles una confesión. Se les acusó de terrorismo y otros delitos graves, aparentemente, sin presentar pruebas.
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“Me contó llorando que lo habían torturado. Lloraba y lloraba. Yo lo abrazaba, pero por donde le tocaba para abrazarle, le dolía (...). Mi hijo me dijo que después de toda la electricidad sentía que estaba muerto", contó la madre de uno de los detenidos a la ONG.
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En su testimonio detalló que militares golpearon al menor con un bate de beisbol en espalda y torso, le pusieron una bolsa en la cabeza para asfixiarlo y le dieron choques eléctricos, perdiendo el conocimiento al menos dos veces. Además, lo pusieron junto a otras personas detenidas haciendo una fila en el suelo para que militares, uno por uno, fueran dándoles patadas.
Las escabrosas torturas habrían dado paso a otros problemas de salud como parálisis facial, colapsos nerviosos, depresión, ataques de pánico o autoaislamiento. Se registraron dos casos en los que habrían intentado atentar contra su vida.
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“Mi hijo lloraba. Y me decía que no podía dormir. Que cerraba los ojos y tenía pesadillas donde le volvían a torturar”, aseguró otra las madres de los detenidos, quien dijo que su familia está muy angustiada por el estado de depresión del menor.
🚨 #Venezuela: "Sentía que estaba muerto": tortura, detenciones arbitrarias y abusos contra niños y niñas desde el #28J.
— Amnistía Internacional Américas (@AmnistiaOnline) November 28, 2024
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Procesos judiciales injustos por el régimen venezolano
En las audiencias preliminares de los casos documentados, la jueza a cargo habría incitado a que se declararan culpables para rebajar sus penas de 10 años de prisión, a seis años y ocho meses, y sin posibilidad de libertad condicional u otra medida cautelar. Ninguno de ellos aceptó su culpabilidad.
Antes de iniciar el proceso judicial, "se les impuso un abogado/a público carente de independencia, negándoles de facto el derecho a una defensa. Todos desconocían los hechos o las pruebas que la Fiscalía habría aportado en su contra", indicó Amnistía Internacional.
En varios casos, la jueza alegó que no había recibido ninguna prueba por parte de la defensa para demostrar su inocencia, a pesar de que las familias las habían aportado. Incluso, se denunció que los seres queridos ni siquiera fueron informados de las audiencias ni fueron advertidas de las consecuencias negativas de sus denuncias en prensa y redes sociales.
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“La defensora (pública) me dijo que por haber denunciado el caso de mi hijo públicamente, ahora todo se iba a demorar. Que era por mi culpa", indicó una de las madres.
Asimismo, los niños y niñas habrían permanecido durante varios días en centros de detención para adultos y en instalaciones de cuerpos de seguridad e inteligencia del Estado, lo cual es contrario al estándar internacional.
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Acciones inmediatas solicitadas por Amnistía Internacional
Dada la gravedad de los hechos relatados, Amnistía Internacional exige:
- Que pongan en libertad de forma inmediata e incondicional a todos los niños y niñas detenidas arbitrariamente hasta el momento tras las elecciones del 28 de julio de 2024.
- Que se abstengan de torturar y someter a niños y niñas privadas de la libertad a tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como de someterlos a proceso penales infundados e injustos.
- Que se abstengan de cometer actos de retaliación contra familiares, abogados, defensores de derechos humanos y periodistas que denuncian la crítica situación de personas injustamente encarceladas.
- Que cesen de inmediato la persecución y política de represión contra quienes consideran personas críticas al gobierno, incluida la comisión de detenciones arbitrarias, tortura y otros malos tratos, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, y acciones estigmatizantes contra la sociedad civil.