Luego de cinco años sin ir a Venezuela , el futbolista profesional Douglas Madera se encontró con una de las peores caras de su país: los refugios habilitados para cumplir cuarentena obligatoria en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19 .
“Uno se siente como que está en una cárcel, más que en un centro de bioseguridad”, dijo.
El futbolista llegó recientemente por tierra, desde Brasil, al fronterizo estado Bolívar y fue forzado a cumplir aislamiento con más de 150 personas bajo condiciones inhumanas.
“En los baños estaban tapadas las cañerías, se inundaba, se concentraba mucho mal olor. Al mediodía, nos daban pasta con sardina licuada, que era incomible”, señaló.
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Comían sin cubiertos, dormían en camas con resortes, a las personas sanas les tocaba compartir baño con algunas contagiadas e incluso niños y ancianos estuvieron expuestos por una semana entera.
“Regresar y lo primero que me consigo es eso, fue bastante indignante para mí. Pensar que esta situación ya tiene un año y que durante un año las personas que han pasado por ahí han tenido que sufrir estas condiciones”, afirmó.
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La situación de COVID-19 en Venezuela continúa agudizándose, justo esta semana tres trabajadores de la salud del hospital JM de los Ríos fallecieron, dos por supuestos síntomas de coronavirus y uno por presunta reacción a la vacuna rusa.