En medio de una crisis sin precedentes, la región de Valparaíso
enfrenta una tragedia inimaginable, ya que el número de muertos en los despiadados incendios en Chile ha ascendido a 99, según el Servicio Médico Legal. El presidente Gabriel Boric describe la magnitud de la tragedia como la más grande desde el devastador terremoto de 2010.
Con solo 32 personas identificadas hasta ahora, el presidente Boric declaró este domingo que la cifra "va a crecer significativamente", describiendo los acontecimientos como la peor catástrofe desde el terremoto ocurrido el 27 de febrero de 2010.
Desde Quilpué, una de las localidades más afectadas por los incendios en Chile, el presidente destacó la urgencia de recuperar los cuerpos de las personas fallecidas. La Municipalidad de Viña del Mar ha emitido un catastro que estima más de 370 desaparecidos, una cifra que no necesariamente implica la pérdida de vidas, pero que subraya la magnitud de la catástrofe en la región.
Para evitar malentendidos y centralizar la información, el mandatario instruyó que el Servicio Médico Legal sea la única fuente oficial de actualizaciones sobre el número de fallecidos. La institución expresó su pesar por la tragedia y aseguró que todos sus equipos técnicos y médicos, con el respaldo de profesionales provenientes de Santiago, están preparados para enfrentar esta emergencia.
Los informes más recientes de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) revelan que hay al menos siete incendios activos en Valparaíso, siendo el de la Reserva Lago Peñuelas/Las Tablas el más extenso, con cerca de 9,300 hectáreas consumidas. La virulencia y la proximidad de este incendio y otro en Lo Moscoso, que ha quemado 1,350 hectáreas, generan preocupación, especialmente por su impacto en zonas densamente pobladas.
- Vea también: Presidente de Chile decretó estado de excepción por graves incendios forestales simultáneos
Ante la magnitud de la crisis, el Gobierno chileno ha adelantado el toque de queda en sectores aún no evacuados, facilitando así las labores de rescate y despejando las vías de evacuación. Se estima que entre 3.000 y 6.000 viviendas han sido afectadas por el fuego, y el Ministerio de Salud ha declarado la alerta sanitaria en la zona.
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A pesar de la devastación, las autoridades mantienen la esperanza de que las condiciones climáticas favorables, con un leve descenso en las temperaturas y un aumento de la humedad, ayuden a controlar los incendios restantes y permitan a los servicios de rescate ingresar a las áreas más afectadas. En una nota de desafío, el presidente Boric expresó su repudio hacia aquellos que pudieran haber iniciado intencionalmente los incendios, declarando su determinación de encontrar a los responsables y hacerlos enfrentar las consecuencias legales. El presidente decretó dos días de luto nacional a partir del lunes en memoria de las víctimas de esta tragedia sin precedentes.
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