El pasado Viernes Santo, dos delincuentes ingresaron a una vivienda de una veterinaria de 63 años, la amordazaron y la golpearon. El tormento de la mujer no quedó ahí, pues los siguientes dos días tuvo que lidiar con un trauma y preocupación que hizo saber en sus redes. Al final toda esa presión terminó en un paro cardíaco que acabó con su vida.
Según el medio Todo Noticias, la mujer fue identificada como Emilia Merlo. Luego de pasar el trago amargo del robo en su casa, ubicada en la localidad City Bell, en Argentina, la señora entró en una crisis emocional. “Quédate quieta, no grités. Si te portás bien, no te voy a hacer nada”, fueron las palabras que le dijo el delincuente y que no sacó de su cabeza en los días previos a su muerte.
La mujer contó en detalle lo sucedido en una entrevista con el diario El Día, citado por TN: los dos señalados la sorprendieron por detrás, le tomaron el cuello y la taparon la boca. Luego le ataron las manos y los pies con un delantal, y con una bufanda taparon sus vías respiratorias. “Quédate quieta o te corto la cabeza”, fueron las palabras de uno de los criminales luego de cubrirla con una cobija.
Al parecer, los dos hombres habían estudiado el robo. Después de amordazar a la mujer, quitarle su celular y llaves, le pidieron sus vehículos, pero lo particular era que ellos sabían qué automotores tenía y sus respectivas marcas: “como puede ser, si usted tiene su carro y una moto Honda Biz”. Al final, los delincuentes se llevaron sus pertenencias y las llaves de la casa y autos.
Luego de lo sucedido, la mujer publicó en Facebook un relato de lo sucedido: “Estoy muy mal. Anoche dos tipos me robaron, maltrataron, me dejaron atada y amordazada adentro, se llevaron el celular, pero buscaban más. En fin, no me mataron gracias a Dios. No tengo celular, está dado de baja hasta solucionar el problema”.
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Su publicación recibió varios comentarios; lo que no queda claro es si era un mensaje de auxilio o un simple relato de lo sucedido. En pleno Domingo de Resurrección la mujer falleció a causa de un paro cardíaco.
La noticia causó conmoción entre los vecinos de la localidad, porque ella era la veterinaria de sus mascotas y trabajaba a diario por el bienestar de los animales.