Este jueves, 29 de junio de 2023, la web que monitorea la calidad del aire, IQAair, ubicó a Washington DC y Chicago, Estados Unidos
, como las ciudades más insalubres del planeta, en la que también aparecen urbes como Detroit, Mineapolis o Nueva York. Esto debido a la cantidad de humo proveniente desde Canadá, producto de los incendios forestales que llevan semanas sofocando a ese país.
En la actualidad, hay alrededor de 500 incendios forestales activos en distintas provincias de Canadá, de los cuales 256 se encuentran en la categoría “fuera de control”. Las autoridades canadienses han indicado que esta es la peor temporada de incendios forestales en la historia moderna del país debido al cambio climático.
Desde que se inició el año, las llamas han consumido 8 millones de hectáreas y el humo se ha ido desplazando a otros poblados.
Por este motivo, el departamento de Seguridad Nacional y Manejo de Emergencias de la capital estadounidense informó, a través de redes sociales, que Washington DC estará bajo el "código rojo", con "visibilidad reducida" y una "calidad del aire muy mala" que puede ser nociva para las personas con enfermedades cardíacas o pulmonares, adultos mayores, niños y adolescentes.
Pese a la deficiente calidad del aire de estos días, no es tan mala como el pasado 8 de junio, cuando se alcanzaron los códigos granate (los más severos), una situación que afectó notablemente a ciudades como Washington o Nueva York, que estuvieron cubiertas durante días de una bruma por la que no se divisaban icónicos edificios como el Empire State o el Capitolio estadounidense.
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Pese a esto, al menos 120 millones de personas en el país están bajo alerta, en algunas ciudades llegan a código púrpura que es "muy poco saludable", es decir, que de una escala entre 0 a 500, están en el rango de entre 217 y 270 puntos. Sin embargo, el deterioro en la calidad del aire no es la única problemática a la que se enfrentan los ciudadanos estadounidenses.
Se estima que 13 personas en el estado de Texas han muerto por culpa de las olas de calor, ya que se encuentran a una temperatura cercana a los 40°C con sensación térmica de 45°C. Los más afectados han sido los adultos mayores que ya tenían condiciones de salud deterioradas, pero que terminaron precipitando sus fallecimientos por culpa de las altas temperaturas.