Allen Minish, de 61 años, estaba en el bosque inspeccionando tierras para una inmobiliaria, cerca de Gulkana, en Alaska, Estados Unidos, cuando lo atacó un oso pardo.
Cuando levantó la cabeza “a unos 9 metros de distancia estaba este oso…”, relató el sobreviviente.
De inmediato quiso esconderse, pero en su intentó resbaló y el animal se abalanzó sobre él.
Minish quiso defenderse sujetando la mandíbula del oso, pero este le perforó una mano.
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Luego le mordió el rostro. “Me rompió todos los huesos y parte de la cabeza”, afirmó el hombre.
El oso se marchó tras un ataque que no duró más de 10 segundos, pero que fue casi mortal.
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Minish intentó detener la hemorragia con su ropa y luego llamó al 911. Como estaba cerca de una autopista, las autoridades lo hallaron pronto y lo trasladaron en avión a un hospital.
Este sobreviviente dice que desafortunadamente estuvo en el momento y el lugar equivocado.
No hay pistas del oso, pero el vocero del Departamento de Seguridad del Estado de Alaska, Austin McDaniel, informó que no lo están buscando porque “no se considera una amenaza para la seguridad pública”.
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