El ataque cometido en un centro comercial de Assago, en las afueras de Milán (norte de Italia), en el que murió una persona y otras cinco resultaron heridas, entre ellos el jugador español del Monza Pablo Marí, duró solo un minuto, informaron las autoridades.
Las grabaciones registradas por las cámaras de seguridad del supermercado en el que tuvo lugar la agresión y el rastro dejado en el suelo han permitido reconstruir la dinámica del ataque, explicó el general Iacopo Mannucci Benincasa, comandante provincial de los Carabineros de Milán, en una rueda de prensa.
El italiano Andrea Tombolini, de 46 años, entró en el recinto las 6:35 p.m. y a las 6:42) se detuvo frente a los cuchillos expuestos para su venta. Extrajo uno con una hoja de 20 centímetros con el que mató al cajero boliviano Luis Fernando Ruggieri, antes de ser desarmado por otro empleado que resultó herido, además de varios clientes.
"Desde que cogió el cuchillo de una estantería hasta que llegó a la caja, y entonces sonó la alarma, pasó un minuto", explicó Benincasa, según los medios locales.
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Tombolini, que nunca se había mostrado violento con otras personas y que debía acudir el mes próximo a una visita con el psiquiatra, sintió "envidia", al ver "a toda esa gente feliz", informó al fiscal que lleva el caso y que ha decretado su internamiento de forma cautelar.
El individuo, de 46 años y que se encuentra actualmente en la sala de psiquiatría del hospital milanés de San Paolo, ha sido acusado del asesinato de Ruggieri y de tentativa de homicidio múltiple por apuñalar a otras cinco personas que se encontraban en ese momento en el centro comercial, informaron los medios locales.
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El presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana, acudió a los distintos hospitales milaneses donde están ingresados los heridos, mientras que el consejero delegado del Monza, Adriano Galliani, visitó al futbolista Marí en el centro de Niguarda en el hospital, donde fue operado.
"El equipo está conmocionado, hemos pedido a la Liga el aplazamiento del partido contra el Bolonia del lunes", dijo Galliani a los medios a su salida del centro, al que acudió con la esposa del defensa español, de 29 años.
Marí fue operado para reducir el daño muscular causado tras haber sido apuñalado en la espalda y podrá volver a entrenarse en dos meses, según el último parte médico.
Galliani aseguró que, según los médicos, el físico del futbolista evitó que el apuñalamiento llegara al pulmón y causara mayores consecuencias para el defensa español formado en el Mallorca: "Si no tuviera músculos de atleta, probablemente el cuchillo se habría hundido".
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"Después del duro momento que vivimos ayer, tanto mi familia como yo queremos comunicar que afortunadamente estamos todos bien a pesar de las circunstancias, y agradecer todos los mensajes de apoyo y cariño que estamos recibiendo", publicó en su cuenta oficial del Twitter el jugador.