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Hombre pasó 35 años en la cárcel por un homicidio que no cometió: su condena ya fue anulada

El inconsistente testimonio de una mujer adicta al crack fue el que puso al hombre tras las rejas por más de tres décadas. Después de investigar, las autoridades desestimaron su relato y disolvieron la pena esta persona sentenciada por un homicidio que no cometió.

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La muerte por la que se le puso tras las rejas fue la del trabajador de una tienda -
Pixabay.

La justicia de Estados Unidos anuló la condena de Detroy Livingston, un ciudadano que pagó 35 años de cárcel por un homicidio que no cometió. La muerte por la que se le puso tras las rejas fue la del trabajador de una tienda.

En 1986, Detroy Livingston fue sentenciado a una pena entre 25 años de cárcel y cadena perpetua por ese crimen, que ocurrió 5 años antes en un comercio de abarrotes en Brooklyn.

Pese a que era inocente, las autoridades de Estados Unidos procedieron a concederle una libertad condicional en 2021, pues ya había purgado más de 3 décadas de la sentencia. Hace pocos días se conoció que el testigo que lo señaló de haber asesinado al trabajador era una mujer poco confiable y consumidora de crack.

“Esa antigua condena se basó en el testimonio de una sola testigo que, según una nueva investigación, nunca debió haber sido llamada a testificar. Sus innumerables declaraciones inconsistentes y su recién descubierto hábito al crack socavan esta convicción y debe revertirse”, dijo aThe New York Post el fiscal del distrito, Eric González.

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¿Cómo ocurrieron los hechos?

La víctima mortal, identificada como Jairam Gangaram, fue baleado por cuatro criminales que robaron su tienda el 11 de diciembre de 1982. Otro empleado más resultó herido, pero sobrevivió al ataque.

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En ese momento se escuchó el testimonio de una mujer de 19 años que dijo haber visto a Detroy Livingston dispararle al trabajador. Incluso, afirmó que había droga inmersa en ese incidente.

Según la testigo, ella se ocultó detrás de un contenedor afuera de la tienda y desde allí miró cómo acontecieron los hechos. No obstante, más de 3 décadas después, las autoridades desacreditaron este testimonio, pues, basados en una foto, descubrieron que era imposible que ella pudiera ver algo desde esa posición.

“Miró hacia adentro a través de la ventana, pero la ventana estaba en gran parte bloqueada por objetos y una puerta de seguridad casi estaba bloqueada”, dijo el fiscal del distrito.

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