Un hombre en España
ha entablado una denuncia contra los médicos que le acortaron el pene seis centímetros en medio de una cirugía para corregir una curvatura de su miembro viril. Además de reducir las dimensiones de su órgano sexual, afirma que lo dejaron impotente y no pudo volver a tener relaciones íntimas.
El paciente asegura que no fue debidamente advertido de las consecuencias, por lo que ahora exige el pago de 67.600 euros, unos 300 millones de pesos colombianos, por parte del servicio de salud de Murcia.
Reseña el diario español La Vanguardia
que el sujeto, tras darse cuenta de que le acortaron el pene y que sufría de disfunción eréctil, acudió a un hospital, donde le confirmaron que ambas situaciones eran irreversibles.
Según el Consejo Jurídico de la región de Murcia, al paciente sí le advirtieron en todas las consultas que su órgano sexual sería reducido, pues es una condición que generalmente ocurre cuando los hombres se someten a este tipo de inversiones.
Problema de curvatura del pene
La curvatura del pene es una afección común que puede ser el resultado de una enfermedad de Peyronie, que causa tejido cicatricial en el órgano. Esta afección puede provocar dolor durante la erección y dificultar la actividad sexual.
Hay varias opciones de tratamiento, pero la cirugía es una opción viable para aquellos pacientes que no han respondido a otros tratamientos. La intervención puede ser realizada por un urólogo especializado en cirugía de pene o por un cirujano plástico.
El procedimiento quirúrgico más común es la plicatura del pene. Este procedimiento implica la eliminación de un segmento de tejido en el lado opuesto de la curva del pene y la sutura de los extremos restantes juntos para enderezar el miembro. El procedimiento también puede implicar la inserción de una prótesis de pene para ayudar a mantener la erección.
Según un estudio publicado en el Journal of Urology, la tasa de éxito de la plicatura del pene es alta, con una tasa de complicaciones del 3,8%.
Sin embargo, la cirugía no es una opción para todos los pacientes. Los candidatos adecuados para la cirugía deben estar en buena salud general y presentar una curvatura que afecte significativamente la función sexual. Además, los pacientes deben tener expectativas realistas sobre los resultados y los riesgos potenciales de la cirugía, como el hombre al que le acortaron el pene.
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