Kazajistán anunció este viernes que alrededor de 350 antílopes saiga, una especie en peligro de extinción emblemática de este país de Asia central, fueron hallados muertos en la estepa, probablemente víctimas de una tormenta eléctrica.
La tragedia tuvo lugar durante la temporada de partos de los saigas, un animal en peligro crítico de extinción, según la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Según el ministerio kazajo de Ecología, probablemente la muerte de los animales se debió a una tormenta eléctrica, "pues hay marcas de impactos de rayos en sus cadáveres".
Reconocibles por su cornamenta enrollada y su largo y redondeado hocico, parecido a una pequeña trompa, los antílopes saiga han estado varias veces al borde de la extinción. Su origen se remonta al último periodo glaciar.
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Durante la época soviética, estos bóvidos se beneficiaban de una protección reforzada. Al principio, estaba totalmente prohibido cazarlos, y a partir de los años 1950 las cuotas de caza eran muy limitadas. Su población alcanzó más de dos millones de individuos.
Pero a la independencia de Kazajistán, en 1991, le siguió una explosión de la caza furtiva de estos animales, por lo que volvieron a estar amenazados.
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En la actualidad, hay censados unos 50.000 antílopes saiga, y cerca del 90% de estos viven en Kazajistán. La medicina tradicional china utiliza los cuernos de los antílopes saiga macho, lo que alienta el tráfico ilegal de estos animales, devastador para la especie .