En esa región se libra una absurda guerra que los menores no comprenden. El hambre ni siquiera los deja llorar su tristeza.
"La situación se ha deteriorado de forma alarmante en las últimas semanas. Nos estamos acercando a un punto de inflexión, más allá del cual será imposible evitar una gran pérdida de vidas como resultado de una hambruna generalizada", advirtió el jefe humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock.
La ONU calcula que 3,5 millones de personas más podrían sumarse pronto a los 8 millones que ya están situación de inseguridad alimentaria severa, según dijo.
"Estamos recibiendo muchos casos de desnutrición, especialmente en este momento. Recibimos más de tres o cuatro casos por día y el hospital está lleno", afirma por su parte el director del hospital de Dale, Mohammed Ali Hasan.
La guerra en Yemen ha causado la mayor crisis humanitaria del mundo y Naciones Unidas ya advirtió en el pasado del riesgo de una gran hambruna en el país, aunque la situación se controló en aquel momento.
Ahora, la organización considera que se puede estar en la antesala de una "catástrofe", dijo Lowcock al Consejo de Seguridad.
Según explicó, la ONU está trabajando para aumentar su ayuda, pero dejó claro que las organizaciones humanitarias "no pueden ocuparse de las necesidades de los 29 millones de yemeníes".
"Esto es insostenible", dijo Lowcock, que pidió a las potencias del Consejo de Seguridad apoyo para responder a la situación, estabilizando la economía y facilitando el suministro de ayuda.
Entre los factores que complican la coyuntura está el reciente aumento de los combates entre la región de Al Hudeida, un puerto clave para la entrada de alimentos y otros productos básicos.
Los países del Consejo de Seguridad subrayaron la necesidad de que las partes del conflicto faciliten el suministro de asistencia a la población y protejan a las organizaciones internacionales.
Una vez más, llamaron además a los dos bandos de la guerra a avanzar hacia una solución negociada bajo la mediación de la ONU, tras la fallida reunión de este mes en Ginebra.
"Todos, el Consejo de Seguridad, las partes del conflicto y sus socios, deberían centrarse en negociar el fin de esta guerra, no en hacer el sufrimiento de los niños yemeníes aún peor", dijo la embajadora estadounidense, Nikki Haley, que este mes preside el órgano.
El conflicto armado en Yemen comenzó en 2014, cuando los rebeldes chiíes hutíes ocuparon Saná y otras provincias, y se recrudeció en 2015 con la intervención de la coalición militar integrada por países suníes y liderada por Arabia Saudí a favor de las fuerzas leales al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
Updated: septiembre 27, 2018 06:11 p. m.