La guerra entre Israel y Hamás
cumple nueve días de su inicio y la putrefacción, los cuerpos bajo escombros por los bombardeos y los muertos que comienzan a ser enterrados en una fosa común por la sobresaturación en los hospitales marcan hoy la realidad de la ciudad de Gaza y el norte del enclave
, donde cientos de miles de personas se quedaron y no se fiaron de la orden de evacuación de Israel por miedo a ser atacados de camino.
"Cualquier sitio donde vayamos es peligroso, preferimos que nos maten en nuestra casa", cuenta por teléfono a EFE Asmaa Tayeh, una joven de 27 años que se quedó en su vivienda de la localidad norteña de Yabalia, donde buscan conservar el máximo de comida y agua potable ante el cerco israelí que causa escasez de víveres y se suma a la extrema devastación y los al menos 2.450 muertos en los ataques de Israel.
El Ejército israelí ordenó anteayer la evacuación de la mitad norte de la Franja, unos 1,1 millones de personas, en torno a la mitad de la población del enclave, mientras acelera sus ataques contra posiciones del grupo islamista Hamás y se especula con una invasión terrestre que podría empezar desde el área norte.
Cientos de miles decidieron irse al sur, pero otros se quedaron en su hogar al no sentirse seguros si se iban, en un duro conflicto armado que arrancó el pasado 7 de octubre, tras un fuerte ataque por tierra, mar y aire de Hamás contra Israel que dejó más de 1.400 muertos en Israel, la peor tragedia de su historia.
Estos días, Israel no paró de atacar por todas partes a Gaza, incluido un bombardeo contra tres convoyes de desplazados que el viernes se saldó con unas 70 personas muertas. Los ataques aéreos son a norte pero también a sur -la zona teóricamente segura-, y entre otros, se saldaron ayer con unos 20 muertos en un bombardeo de un inmueble en Yabalia y otros 20 en la sureña Deir Balah.
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"Escucho explosiones y drones todo el tiempo, desde mi ventana veo gente huir a pie, hay casas cerca que son bombardeadas, se nos llena la casa de polvo por las explosiones y se hace difícil respirar", explica a EFE Tayeh desde su domicilio en Yabalia, donde asegura que en torno al 50% de vecinos de su barrio por ahora no se han ido.
Los muertos en nueve días de guerra superan los 2.400, más que en la ofensiva sobre Gaza de 2014 que duró 55 días, y los heridos superan los 9.200, lo que saturó los hospitales, con falta de medicinas y material sanitario básico y miles de refugiados en su interior esperando que Israel no ataque.
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En la urbe de Gaza, donde muchos de sus 600.000 habitantes se han ido pero otros permanecen, el hedor a putrefacción se extiende en algunos barrios por los cuerpos soterrados entre escombros -cuentan sus residentes-.
La falta de electricidad y los cadáveres acumulados en hospitales obligó hoy a las autoridades a enterrar a decenas en una fosa común.
Equipos militares de forenses israelíes aseguran que mientras trabajan para identificar a las víctimas mortales en las zonas fronterizas en la Franja de Gaza, han hallado señales de tortura .
La médico forense Avigayl contó que "hemos visto cuerpos desmembrados, quemados y personas decapitadas, entre ellas, un niño".
"Necesitamos urgentemente ayuda externa", imploró el Ministerio del Interior de Gaza, que dijo no tener capacidad de recoger los cuerpos entre escombros en una crisis humanitaria rampante.
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Cuatro hospitales en Rafah, ciudad de Gaza y Beit Hanún han recibido ordenes de evacuación, pero su personal se negó.
La denuncia llega en medio del Consejo de Seguridad de la ONU que trata de negociar un proyecto de resolución para la guerra entre Israel y Hamás.
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Rusia envió el viernes a los miembros del Consejo de Naciones Unidas un proyecto de resolución que insta a "un alto el fuego humanitario inmediato, duradero y plenamente respetado" y a un acceso de ayuda humanitaria sin condiciones a la Franja de Gaza.
Este corto texto, al que tuvo acceso la AFP, también condena "enérgicamente toda violencia y hostilidades contra los civiles y todos los actos de terrorismo" y pide la liberación de "todos los rehenes" en manos del grupo islamista palestino Hamás.
Sin embargo, no se menciona a Hamás, mientras que Estados Unidos, en particular, insiste en que el Consejo de Seguridad condene explícitamente los "actos terroristas odiosos" del movimiento palestino, el cual lanzó el 7 de octubre un ataque de una magnitud sin precedentes contra Israel.
Según el embajador ruso ante la ONU, Vassili Nebenzia, algunos estados miembros se mostraron "positivos" sobre el proyecto de resolución, aunque otros no tanto, en una reunión a puertas cerradas celebrada el viernes.