Israel continuó bombardeando la Franja de Gaza, que está quedando en ruinas. La ONU advirtió que el asedio a la ciudad, donde más de 260.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares, está "prohibido" por el derecho internacional humanitario.
Entre tanto, la cifra de fallecidos en Israel, difundida por medios locales citando a los servicios de emergencias médicas, marca un importante aumento respecto al último informe, pues ya superan los 1.200 y los heridos pasaron de los 3.000.