“Cuando tengamos las Fuerzas Armadas totalmente alineadas vamos a ir”, dijo el presidente interino durante una nueva jornada de protestas en Venezuela.
Su anuncio ante una multitud desató una cerrada ovación en el acomodado sector de Altamira, este de Caracas, donde presidió uno de varios mítines convocados para protestar por el apagón que afecta a Venezuela desde el pasado jueves.
"Necesitamos una oficina donde trabajar, así que muy pronto, y cuando tengamos las Fuerzas Armadas totalmente alineadas, vamos a ir a buscar mi oficina que es allá en Miraflores. Muy pronto", dijo Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 50 países encabezados por Estados Unidos.
"¡Sí se puede, sí se puede!", gritó la gente en el tercer día de un asueto declarado por Maduro a raíz de la emergencia eléctrica, de la que culpa a Guaidó y al gobierno de Donald Trump como parte de su ofensiva para deponerlo.
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"Con valor y con fuerza les pedí que confíen en ustedes, que Venezuela va a salir de la penumbra, que el cese de la usurpación está muy cerca", añadió el jefe del Parlamento de mayoría opositora entre insultos de sus partidarios a Maduro.
Guaidó señaló en estos días que próximamente convocará a una movilización nacional para presionar la salida del poder de Maduro, a quien el Legislativo declaró "usurpador" por haber iniciado en enero un segundo mandato fruto de "elecciones fraudulentas".
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El dirigente reiteró que no le "temblará el pulso" para activar un artículo constitucional que autoriza una intervención extranjera para desalojar a Maduro, alimentando nuevamente el júbilo de sus seguidores.
"Sin duda vendrán días duros, pero serán días determinantes", sostuvo, indicando que "la oscuridad que esparció este régimen, estos asesinos, no apagará la presión contra la dictadura".
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