El ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino, aseguró que ya tiene los nombres de 10 personas señaladas de financiar el asalto a las tres sedes del poder
y los campamentos bolsonaristas que permanecieron más de dos meses a las afueras del cuartel general del Ejército en Brasilia.
"No es posible que hayan durado lo que duraron sin que haya alguien que garantizara el pan, el café, el almuerzo y la cena de cada día", dijo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva sobre los manifestantes, de los que hay alrededor de 1.500 detenidos.
"Lo que pasó estaba previsto. Las personas en las calles y frente a los cuarteles no tenían agenda ni reivindicaciones", declaró el mandatario durante la reunión de emergencia con los gobernadores y los presidentes de los poderes Legislativo y Judicial.
Para Lula, los miles de simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro que destruyeron las sedes del Congreso, la Presidencia y la Corte Suprema solo querían "negar el resultado del proceso electoral, intentando demostrar que hay fallas, inexistentes, en las urnas".
"El resultado electoral fue respetado por una buena parte de la sociedad. Las veces que perdí (en elecciones) volvía a casa para prepararme ya para el próximo pleito electoral", aseveró.
Los bolsonaristas radicales estaban acampados desde hace dos meses frente a los cuarteles de varias ciudades de Brasil pidiendo una intervención militar con un golpe de Estado contra Lula, quien el 30 de octubre venció a Bolsonaro en la segunda vuelta electoral.
"Del golpe era la única cosa que se escuchaba hablar" en los campamentos, desmontados el lunes, 9 de enero, por los organismos de seguridad después de una decisión de la Corte Suprema, apuntó Lula.
Según el mandatario, el nuevo Gobierno, que asumió el pasado 1 de enero, tenía "diez ministros para negociación" con los manifestantes.
Pero, cuestionó, "estaban frente a los cuarteles ¿reivindicando qué? ¿Aumento de salario, más libertades, vivienda, retoma de la producción agrícola? No, solo el golpe".
Según el jefe de Estado, las 1.500 personas detenidas durante el asalto a los tres poderes el domingo y en los campamentos levantados este lunes "van a permanecer presas", aunque admitió que "posiblemente son víctimas" y "masas de maniobra de mandantes".
"Vamos a encontrar a quien financió y costeó. Yo soy especialista en campamentos y en huelgas y es imposible estar dos meses sin tener financiación para garantizarles el pan de cada día. No vamos a ser autoritarios, pero vamos a investigar", manifestó el exlíder sindical.
Entretanto, el ministro de Justicia anunció que el gobierno de Brasil no tiene elementos para pedir la extradición del expresidente Jair Bolsonaro
desde Estados Unidos, como lo han pedido algunos políticos demócratas. En caso de ser investigado en su país por el asalto, respondería ante la justicia ordinaria.
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