Los niños en la Franja de Gaza
reflejan el horror que se está viviendo en las calles con los bombardeos de Israel, los cuales redujeron a escombros decenas de viviendas, colegios, refugios y supermercados. En las vías se evidencian las huellas de 120 horas de guerra y varias aceras se convirtieron en improvisadas morgues, mientras los sobrevivientes corren buscando ayuda. Los muertos ya suman 1.100 y los heridos ascienden a 5.330.
Ashraf Al-Qidra, médico en el Hospital Shifa y portavoz del Ministerio de Salud, afirmó que entraron "en una nueva etapa crítica: camas llenas en los hospitales de toda Gaza, los medicamentos y los suministros están a punto de acabarse y habrá un problema inminente ya que la compañía eléctrica nos alertó de que no tendremos luz".
“No tengas miedo, no tengas miedo”, le decía un padre a su pequeña asustada y cubierta de polvo por los ataques.
Ala Al-Kafarneh, herido, contó que perdió “a mi padre, a mi hermano, a mi tío, a dos primos, a mi esposa que estaba embarazada y soy el único que sobrevivió”.
Naciones Unidas calcula que 800 mil personas en Gaza y Cisjordania no tendrán cómo acceder a comida y agua, pues Israel está cumpliendo su amenaza, una ofensiva total sin restricciones.
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“Estamos en el terreno haciendo todo lo posible para asegurarnos de que las personas necesitadas, las que huyeron de sus hogares, las que viven en refugios, reciban los alimentos y la ayuda que necesitan para sobrevivir, pero muy pronto se acabarán los suministros de alimentos en Gaza. Necesitamos el corredor humanitario para poder apoyar a las personas afectadas y su número aumenta cada día”, señaló Samer Abdeljaber, director en Palestina del Programa Mundial de Alimentos.
Mientras tanto, personas como Nabil Alsamirio, que buscan refugio en la ciudad, dicen que donde están, una escuela, “no hay servicios, el baño no es un baño, se corta mucho el agua, para ser honesto, no nos dan nada de comida, excepto un trozo de pan, eso es todo”.
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El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, le recordó a Israel que "la imposición de asedios que ponen en peligro la vida de civiles al privarlos de bienes esenciales para su supervivencia está prohibida por el derecho internacional humanitario".
Türk afirmó que "toda restricción a la circulación de personas y bienes con vistas a un asedio debe justificarse por necesidades militares. Si no, puede constituir un castigo colectivo".
Igualmente, dijo estar "profundamente consternado e indignado por los reportes de ejecuciones sumarias de civiles y en algunos casos de masacres horribles perpetradas por miembros de grupos armados palestinos", a los que pidió "liberar de inmediato y sin condiciones a todos los civiles capturados".