Devastada está quedando la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza,
hacia donde más de 500.000 personas huyeron ante el llamado de las fuerzas israelíes, que decían que iban a atacar el norte del enclave.
Belal, una de las personas que ha sobrevivido a los bombardeos, afirmó que en uno de los ataques "estábamos dormidos, no hubo ninguna advertencia, nada. Destruyeron la casa sobre nosotros mientras dormíamos. No somos personas en guerra ni asociadas con nadie en este conflicto".
Jamil Safi afirma que "Gaza está siendo destruida. Ayer (lunes) estuvimos muy cerca del bombardeo en el cruce de Rafah y ahora estamos durmiendo en las calles o en cafés. Queremos entender nuestra situación: ¿deberíamos irnos o no? ¿O deberíamos quedarnos aquí hasta que muramos?".
¿Refugio seguro?
Los hospitales eran atractivos porque habían estado relativamente a salvo de los bombardeos israelíes que han golpeado Gaza todos los días desde los ataques del 7 de octubre. Sin embargo, las cosas cambiaron este martes 17, cuando un bombardeo israelí acabó con la vida de más de 300 personas que estaban en un centro médico.
Además, la OMS ha denunciado que 111 edificios médicos han sido atacados, 12 trabajadores médicos han muerto y 60 ambulancias han sido atacadas.
El grupo islamista Hamás ha asegurado que "940 niños palestinos y 1.032 mujeres han muerto en los mortíferos ataques aéreos contra la sitiada Gaza", mientras que la cifra de heridos en el enclave se elevó a más de 12.500, tras una nueva jornada de incesantes bombardeos israelíes y lanzamientos de cohetes por parte de las milicias palestinas que hicieron sonar también las alarmas antiaéreas en urbes como Tel Aviv.
Frontera con Egipto
El único cruce con el resto del mundo en Rafah está cerrado. Egipto se ha negado a abrirlo a pesar de que camiones cargados con ayuda esperan en el lado egipcio de la frontera.
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"Hemos movilizado alrededor de 300 toneladas de alimentos que se encuentran en la frontera egipcia o en camino hacia ella. Eso es suficiente para alimentar a alrededor de 250.000 personas durante una semana", señala Abeer Etefa, portavoz del Programa Mundial de Alimentos.
Algunos proyectiles han caído del lado de Gaza, y Egipto, Israel y Estados Unidos no han logrado acordar una forma de abrir las puertas fronterizas para permitir la entrada de ayuda y la salida de algunos ciudadanos extranjeros.
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Israel ha aliviado parcialmente el bloqueo de agua, pero solo ha pasado una pequeña fracción de las necesidades diarias.
Los hospitales de Gaza dicen que tendrán dificultades para seguir funcionando y el número de víctimas aumenta cada hora. La escasez de medicamentos se ha sumado a la crisis provocada por la falta de agua y combustible para mantener en funcionamiento los establecimientos médicos.