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Christopher Pekny murió en una explosión causada por un dispositivo que iba a usar en la fiesta para su futuro hijo y con el que iba a revelar el sexo del bebé.
Su hermano Michael, que estaba junto a él ayudándolo, sufrió heridas en el rostro y las piernas y tuvo que ser sometido a una reconstrucción de rodilla.
La tragedia ocurrió en el garaje de una casa en la ciudad de Liberty, Nueva York, en Estados Unidos.
"Michael y Chris eran increíblemente cercanos (…) 'Chris y Mike' era un nombre. Siempre, siempre estaban juntos", dijo el hermano mayor de las víctimas, Peter, a The Washington Post.
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Aunque la Policía investiga las causas de la explosión, no se ha contemplado presentar cargos porque lo que ocurrió se trató como un accidente.
Peter dijo que su hermano “era un niño grande, listo para ser un hombre. Y esto no debería haber sucedido”.
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“Estaba tan feliz de ser padre”, agregó.
Sobre su otro hermano, Michael, afirmó que lo más difícil para él será recuperarse emocionalmente.
“Con todas las maravillas de la medicina moderna pueden reconstruir sus piernas, pero todavía no tienen nada para reconstruir un corazón roto”.
Las fiestas de revelación de sexo del bebé cada vez se vuelven más riesgosas con las estrategias que buscan para sorprender a padres e invitados.
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A comienzos de febrero, el asistente a un baby shower murió cuando el cañón que iba a lanzar el humo rosa o azul explotó.
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