Una tragedia vive una familia en el estado de Nueva York, en Estados Unidos, luego de que una mujer que fue al funeral de su padre muriera en un incendio al intentar salvar a su perrita, a la que consideraba “una hija”.
El fuego se desató hacia las tres de la madrugada del martes 23 de mayo en una casa de dos pisos donde se encontraban ocho personas, algunas de las cuales estaban de visita por el sepelio del hombre que había sido la cabeza de ese hogar.
"Las llamas estaban muy arriba, fue horrible", declaró una vecina, Judy Landow, al medio CBS.
Siete de los ocupantes de la vivienda lograron salir con vida del incendio, pero Kashmira Patel, de 60 años y que había ido para el funeral de su padre, no corrió la misma suerte.
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"Fue a buscar a su perra. La consideraba una hija, así que regresó. De hecho, llegó hasta la puerta, ayudó a su madre a salir de la casa y luego regresó", afirmó la sobrina de la víctima, Chush Patel.
Ni Kashmira ni su mascota salieron de la casa, consumida por las llamas.
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"El fuego se propagó tan rápido, tan rápido, increíblemente rápido. A las 3:36 toda la casa se había ido", dijo uno de los vecinos, identificado como Jet Chen.
La familia de la mujer que fue al funeral de su padre denunció que los bomberos tardaron en atender la emergencia.
"Los hidrantes están a 300 pies de distancia de la casa, por lo que les tomó tiempo abrir el agua. Entonces, para ese momento, como pueden ver, toda la casa se había quemado", dijo la sobrina de Kashmira.
Los bomberos respondieron a estos señalamientos y afirmaron que llegaron a tiempo con 60 hombres.
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Sin embargo, señalaron que uno de los hidrantes cercanos al sitio de la conflagración falló y que un cable de luz había caído frente a la vivienda, lo que retrasó que pudieran abrir el agua para apagar las llamas.
"Tanto los oficiales de Policía como los bomberos intentaron ingresar. Era insostenible. Las condiciones eran demasiado duras. No se podía entrar a la casa para buscar a esa persona desaparecida de la familia", señaló Michael Uttaro, jefe de organismos de socorro.
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Los sobrevivientes, que tienen entre 21 y 60 años, fueron atendidos por inhalación de humo leve y ahora se preparan para otro funeral.