El uso de abayas por parte de algunas mujeres musulmanas en las escuelas francesas es un "ataque político", afirmó el lunes el portavoz del Gobierno al explicar la prohibición anunciada sobre esta vestimenta.
El ministro de Educación, Gabriel Attal, dijo el domingo que los vestidos largos y sueltos que se originaron en Medio Oriente ya no se permitirían en las escuelas cuando comience el nuevo período la próxima semana porque violan las leyes escolares.
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El portavoz del Gobierno, Olivier Veran, afirmó que se trataba "evidentemente" de una prenda religiosa y de "un ataque político, un signo político" que consideraba un acto de "proselitismo" o de intento de conversión al Islam.
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"La escuela es laica. Lo decimos de manera muy tranquila pero firme: no es el lugar para eso (usar ropa religiosa)", dijo al canal de televisión BFM.
Attal aseguró el lunes que el gobierno tenía claro que las abayas "no pertenecían a las escuelas". "Nuestras escuelas están siendo puestas a prueba. En los últimos meses, las violaciones de nuestras normas han aumentado considerablemente, en particular en lo que respecta al uso de prendas religiosas como las abayas o los qamis, que han aparecido -y persisten- en algunos establecimientos", agregó.
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La decisión de Attal de prohibir las abayas ha provocado un nuevo debate sobre las reglas escolares de Francia y si se utilizan para discriminar a la gran minoría musulmana del país.
Una ley de marzo de 2004 prohibió "el uso de carteles o vestimentas que indiquen ostensiblemente a los estudiantes una afiliación religiosa" en las escuelas. Esto incluye grandes cruces cristianas, kippas judías y pañuelos islámicos.
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A diferencia de los pañuelos en la cabeza, las escuelas habían tenido dificultades para regular el uso de abayas, que se consideraban una zona gris.
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El gobierno se ha puesto del lado de políticos de derecha que habían presionado por una prohibición total, argumentando que son parte de una agenda más amplia de los islamistas para difundir la práctica religiosa en toda la sociedad.
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Pero los políticos de izquierda y muchos musulmanes ven las reglas seculares de Francia -conocidas como "laicitas"- como una fachada utilizada por los conservadores para políticas islamófobas.
Dicen que algunas mujeres optan por usar abayas o pañuelos en la cabeza para señalar su identidad cultural, en lugar de por creencias religiosas.
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Muchos políticos conservadores han presionado en los últimos años para que la prohibición del uso de símbolos religiosos se amplíe a las universidades e incluso a los padres que acompañan a sus hijos en sus salidas escolares.
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La constitución del país garantiza a los ciudadanos el derecho a practicar la religión libremente, pero impone al Estado y a los empleados estatales la obligación de respetar la neutralidad.
Es probable que la prohibición de la abaya enfrente una apelación legal y podría generar dificultades para las autoridades escolares, quienes tendrán que decidir cuándo un vestido grande y fluido pasa de ser una elección de moda personal a una declaración religiosa, dicen los observadores.